En Guayabal de Azua, reside lo que muchos consideran, la anciana más alegre de esa provincia, quien a pesar de no tener nada, se conforma con tener alimentación segura; su alegría es tan profunda que contagia a todo el que la visita.
Ana María de Jesús, «Jesusa», de 80 años, conserva en su interior una alegría sin límite, se mantiene siempre de buen ánimo, aunque está necesitada de todo, hasta de su alimentación.
Nació en Arroyo Corozo, un humilde pueblito del municipio de Guayabal, aunque lleva toda una vida residiendo en Padre Las Casas.
Jesusa solo procreó una hija, la cual falleció, pero su espada principal siempre ha sido su alegría, y a pesar de los malos momentos que ha atravesado, nos confesó que a sus 80 se siente nuevamente enamorada.
Con una alegría que contagia, dice que lleva el merengue dominicano en su corazón y que lo baila con mucha pasión.
Confiesa que guarda un amor sincero dentro de su corazón hacia el prójimo, el cual lo manifiesta de esta manera.
Por Marcos Lorenzo
