La lectura de una forma u otra, forma parte de la vida cotidiana, según el portal Alma Corazón y Vida, el psicólogo inglés Keith Oatley aseguró que podemos juzgar a una persona por lo que lee. “Cuando voy a casa de alguien miro si tiene algún libro que tiene para saber cómo es”, confiesa.
Algunas características que se les atribuyen a las personas que leen son:
- Creativas e ingeniosas: las personas que leen son imaginativas puesto que mientras interiorizan cada palabra escrita en el libro están creando su concepción de la historia en su mente.
- Tienen un mundo interior cultivado: sueñan y se adentran en sí mismas permitiendo su desarrollo espiritual.
- Tienen criterio propio: esto se debe a que comparan su forma de pensar con la de otras personas.
- Son inteligentes y cultas: la gran mayoría de las personas atribuyen más conocimientos a una persona que lee que a otra que no lo hace. La razón es porque creen que se interesan más por aprender.
- Se comunican mejor tanto escrita como verbalmente: tienen más vocabulario, una mejor redacción y forma de expresarse.
- Tienen opiniones más interesantes: resulta más atrayente y con más peso su punto de vista por lo que hacen mejores observaciones.
- Tienen un placer muy saludable, la lectura: les aporta una satisfacción interior.
- Son más libres de pensamiento: tienen mayor objetividad y comprensión.
Para demostrarlo Oatley registró los hábitos de lectura de 94 personas y posteriormente evaluó su percepción emocional y cognición social. Además determinó que los participantes que habían leído más ficción habían sabido diferenciar mejor los aspectos emocionales de diferentes individuos.
La literatura llega a la conciencia del lector
El psicólogo inglés asienta que las personas que leen ficción son más sociables que el resto y adoptan una concepción más exacta de los sentimientos. Puesto que estos lectores pueden desarrollar una sensibilidad más solidaria, son más conscientes de los demás.
El lector se siente identificado con el protagonista
A todo en algún momento les marcó un libro, el que de seguro cambió su particular percepción de la vida. Tal vez lo hizo más sensible o endureció su carácter.
Los escáneres cerebrales demuestran que el lector interioriza los sentimientos y acciones que experimenta un personaje. Por este motivo, Oatley cree que determinados aspectos de la personalidad estuvieron previamente formados por un libro.
“Cuando leemos algo que ha hecho un protagonista nuestro cerebro responde como si nosotros hubiéramos interpretado la misma acción”, asegura.
El lector interioriza los sentimientos que experimenta el personaje.
En un test de personalidad estándar a un grupo de estudiantes antes de que leyeran el cuento La señora del perrito, de Anton Chejov, con el propósito de demostrar su influencia.
Todos se mostraron más comprensivos después de la lectura.
Leemos lo que más nos conviene
Existe un proceso de selección previa en lo que se va a leer.
El cerebro selecciona lo que le interesa, modifica parte de la información y a veces la completa con lo que lee.
En República Dominicana una de las bibliotecas más reconocidas y concurridas es la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, ubicada en la Plaza de la Cultura.
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