Nueva York.- Un tribunal de apelaciones falló hoy a favor de los partidarios del ritual judío de la circuncisión que incluye la succión oral genital directa que habían protestado hace dos años por la decisión de una juez de autorizar las restricciones que impuso a esa práctica el Departamento de Salud de Nueva York.
Un panel de tres jueces del Segundo Circuito de Apelaciones dijo este viernes en su fallo que «no fue neutral» la decisión inicial de la magistrada Naomi Reice Buchwald de rechazar una petición de varios grupos de rabinos ortodoxos para que el caso fuera estudiado por el tribunal alegando que se violaba su derecho a la libertad religiosa.
Entonces, la juez Buchwald argumentó que las restricciones del departamento de Salud respondían a «inquietudes sociales legítimas», pero el tribunal de apelaciones considera que los rabinos ortodoxos han acreditado de manera adecuada que el caso debe ser dirimido por la Justicia.
El departamento de Salud exige desde hace dos años que el «mohel» (encargado del ritual) tenga consentimiento escrito de los padres del menor, y que a su vez los padres firmen un documento en el que reconocen los riesgos que implica para su salud esta práctica, que consiste en succionar con la boca la herida del pene circuncidado.
Desde el año 2000 se han detectado 16 casos de recién nacidos que contrajeron el virus del herpes tras el ritual, de los que diez tuvieron que ser hospitalizados, al menos dos desarrollaron daños cerebrales y otros dos murieron, según datos recogidos por las autoridades sanitarias.
Los últimos casos de contagio se confirmaron a finales de julio y afectaron a dos recién nacidos de las comunidades judías ultraortodoxas de Nueva York, lo que llevó unos días más tarde a las autoridades a ordenar que se prohíba a dos «moheles» seguir realizando esta controvertida práctica.
Algunas autoridades religiosas se oponen también a este ritual conocido como metzitzah b’peh y aprueban como alternativa a la succión genital directa el uso de un tubo de ensayo esterilizado o una esponja o gasa esterilizada para limpiar la sangre de la herida abierta del pene circuncidado.
