Filadelfia. Una mujer que trabajaba como madam en un burdel y que practicaba ilegalmente la “escultura corporal” fue sentenciada el jueves de 10 a 20 años de prisión después que murió una bailarina tras inyectarle casi medio galón de silicona en los glúteos.
Padge-Victoria Windslowe dijo a los jurados durante el juicio que sus clientas la llamaban “la Miguel Ángel de las inyecciones en los glúteos”. Pero la fiscalía dijo que carecía de instrucción médica y que usaba productos mortíferos en mujeres vulnerables, incluso colegas de la comunidad transexual que deseaban curvas.
La juez le dijo que era una narcisista que buscaba fama y fortuna pero que asumía un comportamiento infantil cuando las cosas no le salían. “No creo que usted sea malvada”, le dijo la juez Rose Marie Delfino-Nastasi, “sino que no creía que debía seguir las reglas de la sociedad… como lo demostró en el tribunal”.
Windslowe llegó con su instrumental: una botella de agua llena de silicona líquida, una taza de plástico, agujas y jeringas, y una goma de pegar para cerrar las heridas. Pero al parecer pinchó una vena cuando le inyectó a la bailarina. La silicona barata le inundó los pulmones y murió horas después.
Windslowe vivió a escondidas durante varios meses, pero reanudó su tarea y dejó a una bailarina con problemas respiratorios de por vida. En otras partes de Estados Unidos, varias mujeres murieron y otras han quedado lesionadas por inyecciones similares.
“Estoy segura de que usted no intentó lastimarla (a Aderotimi)”, dijo la juez. “Pero volvió a hacerlo. Eso es muy preocupante”.
Windslowe, de 45 años, trabajó en un servicio de acompañantes transexuales y desempeñó el papel de “Black Madam” en algunos videos. Dijo que recibió inyecciones de silicona cuando era más joven y que después ella misma se inyectó e inyectó a otras.