Noticias

Bailarina y Atleta comparte su historia tras perder ambas piernas y un riñón

Amy Purdy sabe cuál fue su momento más duro. Ocurrió cuando tenía 19 años. Estaba feliz con su trabajo de masajista en un prestigioso spa y ahorraba para cumplir su sueño de viajar el mundo el día que empezó a sentirse enferma, como si tuviese un catarro. Se acostó a descansar y al despertar parecía otra persona.

No tenía fuerzas, su cuerpo estaba color violeta, hervía en fiebre. Una prima la llevó al hospital y lo próximo que supo al despertar es que había estado en coma durante semanas con un 2% de probabilidad de vivir a causa de una meningitis bacteriana. Sobrevivió, pero al cabo de unas semanas  perdió ambas piernas y la función de sus riñones, por lo cual tuvo  que recibir diálisis. Eventualmente, se le realizó un trasplante de riñón.

Miedo. Esa es la emoción que mejor recuerda de aquellos días.

“Tenía temor a lo desconocido, a cómo iba a ser mi vida sin piernas. Hasta ese momento, yo ni siquera había visto a un amputado”, explica vía telefónica, previo a su visita a Puerto Rico para compartir su historia por invitación del Consejo Renal de Puerto Rico, como parte de las actividades del mes de prevención de las enfermedades renales y promoción de la salud renal.

La cita es el miércoles a las 12:00 p.m. en el Hotel San Juan Marriot en Condado.

Amy es inspiración para  muchos. Lo que ha logrado tras un difícil  proceso de adaptación a sus prótesis y a su nuevo riñón -donado por su padre- es mucho más de lo que alguna vez soñó. Volvió a practicar “snowbording”, el deporte que le apasionaba, a nivel competitivo. Ganó medalla de oro en los Juegos de Invierno de Nueva Zelanda (2011). Junto a sus compañeros en el deporte, logró que el “snowboarding” se incluyera en los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2014 de Sochi, en los cuales ganó medalla de bronce.

Consciente de la necesidad de otras personas que han perdido extremidades, es vocera de la Fundación Challenged Athletes, que ofrece becas y equipo para el desarrollo  de atletas con alguna discapacidad.

Muchos la reconocen por su participación el año pasado en el programa “Dancing with the Stars”, durante el cual ella y su compañero de baile, Derek Hough, asombraron a la audiencia realizando complicadas coreografías.

Amy ha participado en TED Talks, y trabajado con personalidades como Oprah, The Ellen Degeneres y Madonna. Próximamente, lanzará su línea de ropa bajo la marca Element. Su libro, On My Own Two Feet: From Losing My Legs to Learning theDance of Life, es un éxito en ventas en el listado del New York Times.

¿Cómo ha logrado tanto?

Fue una decisión, asegura. Cuando estuvo al filo de la muerte, recuerda haber visto a tres seres que le dijeron: “puedes venir con nosotros o puedes quedarte. No importa lo que suceda en tu vida, todo tendrá sentido al final”.

Amy apenas comenzaba a vivir, a construir su historia. Se negó a dejarla inconclusa. Sacó fuerzas para luchar gracias a su voluntad, y al apoyo de su familia y amigos. Se enfocó, dice, en agradecer lo que tenía en lugar de lamentarse por lo que había perdido que, en su caso, era mucho.

En su libro, confiesa que sus acciones no han tenido el único propósito de inspirar a las demás personas. Simplemente, ha querido vivir su pasión.

“Cuando vemos a otros haciendo lo que están destinados a hacer, nos sentidos inspirados a hacer lo mismo. Es contagioso. Y el mero hecho de que podamos reconocer y sentirnos inspirados por esa pasión es una señal de que también la poseemos”, afirma.

Debe haber algún rasgo de tu personalidad, algo que te enseñaron, que te hizo afrontar las cosas de la manera que lo hiciste.

“Sabes qué, no estoy segura. Creo que no sabemos cuán fuertes somos hasta tenemos que serlo. Si me hubieran dicho que esto me iba a pasar hubiera pensado: no hay forma.  La mía fue una situación de vida o muerte. Entré en un ‘survival mode’”.

Tu familia ¿qué significó para ti en tus momentos más difíciles?

Mi familia estaba a mi lado. Yo sabía que estaban ahí, no importa que hubiera perdido mis  piernas, mis órganos.  Y eso fue crítico para mí, incluyendo en lo económico, para pagar todo mi tratamiento. No habría forma de que lo que hubiera hecho sin ellos.

¿Alguna vez sentiste pena de ti misma?

Tome la decisión de no sentir pena. Cuando empezaba a sentirme así, no me  permití quedarme en ese lugar negativo.

¿Sientes que hay gente alrededor con menos limitaciones físicas que tú y, sin embargo, sí actúan de esa forma? 

“Absolutamente. Creo que la vida de todos es diferente. Los obstáculos pueden ser muchos. En mi caso, perder las piernas. Para otros, es un divorcio, una pérdida. Todos tenemos un reto. Se trata de mirar los obstáculos y tratar de sacar lo mejor de uno de ellos. Para mí,  muchos de los retos más grandes se han convertido en oportunidades. He salido más fuerte, he aprendido cosas y he conocido a gente maravillosa”.

¿Cómo es aprender a caminar con prótesis?

“Fue muy duro. Tuve que ser muy creativa porque no había prótesis para practicar ‘snowbording’. Así es que hice la mía, identifiqué lo que necesitaba y conseguí la ayuda para construirla. Todavía es un proceso, algo en lo que tengo que trabajar constantemente. Mis piernas cada día están mejor pero siempre hay algo que ajustar”.

 ¿Cómo te mantienes activa y fuerte? ¿Cuál es tu rutina? 

“Ahora mismo me tomé el año libre de  competencias. No estoy entrenando. Más bien hago muchas presentaciones y charlas. Pero para hacer ejercicio sigo practicando ‘snowbording’, corro bicicleta, me voy a caminar”.

 Antes de tu presentación en Dancing with The Stars, ¿bailabas?

“No.  También tuve que aprender. Y fue más difícil que caminar o hacer deporte  con prótesis porque todas las semanas era un baile diferente, algo que iba a hacer frente a miles de personas. Fue muy retante para mí”.

 Eres una inspiración para mucha gente, ¿cómo te inspiras tú?

“Me inspiran muchas cosas. El arte, la naturaleza, la fotografía. Me gusta retarme en situaciones diferentes. También me inspira la gente que vive su vida como quiere, que sin importar las limitaciones viven su pasión”.

 Las experiencias que has vivido, ¿han cambiado tus prioridades en la vida?

“Pienso que he logrado mucho más de lo que  hubiera hecho con piernas. Soy mucho más agradecida por las cosas que tengo porque sé cuán rápido todo puede cambiar. Disfruto las cosas de otra manera. La vida es más dulce”.

 

 

 

 

Más noticias