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Médicos descubren la fuente del inexplicable «olor fétido» que producía un adolescente cada vez que se sonaba la nariz

Médicos descubren la fuente del inexplicable "olor fétido" que producía un adolescente cada vez que se sonaba la nariz

El joven también se quejaba de pérdida del olfato

Un reporte médico publicado a mediados de febrero en la revista JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery reveló el caso de un adolescente que había experimentado años de congestión nasal junto con un misterioso mal olor cada vez que se sonaba la nariz.

El joven había visitado a los médicos por primera vez cuando tenía 15 años y, además de la prolongada congestión, se quejaba de pérdida del olfato. Los especialistas lo examinaron con un endoscopio y le diagnosticaron «hipertrofia de cornetes», una condición que a menudo se asocia con alergias o inflamación de los senos nasales, recoge Live Science.

Luego de recetarle un aerosol y antihistamínicos, el muchacho no volvió al médico hasta un año después, cuando tenía 16 años. Sus síntomas nasales no habían cesado y además producía un «olor fétido» cada vez que se sonaba la nariz.

Una tomografía computarizada posterior reveló la presencia de una esfera de 9 milímetros de diámetro en la cavidad nasal del adolescente. El cuerpo extraño se extrajo mediante cirugía y resultó ser un perdigón que le habían disparado con una pistola cuando tenía 8 o 9 años. En ese entonces no presentó ningún síntoma, por lo que nadie se percató de su existencia y sus padres nunca buscaron ayuda médica.

El procedimiento quirúrgico eliminó el olor desagradable. De acuerdo con Dylan Z. Erwin, coautor del estudio, un objeto extraño puede causar esa condición al ser capaz de bloquear las «vías de drenaje naturales» de la nariz y desencadenar la acumulación de «moco, bacterias y desechos inhalados». No obstante, esta condición no siempre manifiesta síntomas propios de una infección (fiebre, inflamación, etcétera), lo que dificulta su diagnóstico, explica.

En el caso concreto de este paciente, la esfera resultó aún más difícil de detectar porque con el tiempo se había cubierto con tejido nuevo, de apariencia saludable. Estaba tan encajada que no la expulsaba al sonarse, y estaba ubicada demasiado atrás para ser vista fácilmente. Aunque en este caso no se presentaron complicaciones, la preocupación de los médicos es el desarrollo de infecciones que puedan propagarse a la mandíbula o los ojos, además del riesgo de rupturas óseas u obstrucciones en la garganta si el objeto llegase a descender.

Fuente: RT

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