Salud

Los biosimilares reducirían el costo de tratamientos para el cáncer de mama

República Dominicana lidera la tasa de mortalidad por cáncer de mama en América Latina y el Caribe.

Santo Domingo, RD-. En el marco del Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, predomina la reflexión sobre la importancia del autoexamen y los análisis médicos anuales para la detección temprana de esta enfermedad.

Sin embargo, los pacientes que ya sufren de esta enfermedad se enfrentan también a los grandes costos que trae consigo.

En ese sentido, gana relevancia aclarar que el cáncer de mama, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la segunda causa de muerte por cáncer en la población femenina de América Latina.

En este contexto, destaca la República Dominicana al ser el país de la región donde más mujeres mueren a causa de este padecimiento, según el informe Cáncer de mama en las Américas, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en conjunto a la OMS.

Frente a este escenario, el alto costo de los tratamientos oncológicos se presenta como un reto más en la lucha contra el cáncer de mama.

Este desafío, no solo afecta al paciente y a sus familiares, sino también al Estado dominicano, pues, éste contribuye ampliamente al acceso de estos medicamentos, a través de instancias del Ministerio de Salud.

En este escenario, cabe destacar que, según el director del Instituto Oncológico Heriberto Peter, el Dr. José Ramírez, el gasto global del tratamiento del cáncer podría rondar los RD$20 mil millones anuales.

En ese sentido, se destaca que, durante los últimos años, y antes de llegar la pandemia de la COVID-19, se produjo un aumento de gastos en el sistema nacional de salud, creciendo un 18.46%, lo que representaba el 16% del gasto público total, según informaciones del Servicio Nacional de Salud en 2019.

Ante esto, los medicamentos biosimilares se presentan como una alternativa para ampliar la oferta de tratamientos para el cáncer de mama y otros padecimientos, generando una reducción del gasto público que propicia sostenibilidad a los sistemas de salud.

Este escenario se ha evidenciado en Argentina, donde los biosimilares han supuesto un ahorro de 65,7 millones de dólares en el gasto público destinado a salud, desde el 2014, según el Centro de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (CETSA), en ese país.

Sobre la presencia de estos tratamientos en América Latina y el país, Eduardo Cioppi, director regional del laboratorio de biosimilares, Mabxience, asegura: “La masificación en el uso de medicamentos biosimilares va ganando paso en la región. En este aspecto, República Dominicana aún tiene importantes desafíos para maximizar su alcance”.

Los biosimilares han sido ampliamente aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). Se trata de medicamentos biológicos equivalentes en calidad, eficacia y seguridad a los productos biológicos de referencia.

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