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Económicas: La inconsistencia temporal del toque de queda

Económicas: La inconsistencia temporal del toque de queda

El decreto 698-20 es temporalmente inconsistente porque no define una política óptima para reducir el ritmo de contagio

Santo Domingo, RD.- Los asesores del presidente Luis Abinader en materia del covid-19 deben revisarse. Primero le pusieron a decir que esa enfermedad estaba bajo control, justo cuando en los Estados Unidos y en Europa se iniciaba una segunda ola más agresiva que la primera. Ahora le ponen a firmar un decreto que es temporalmente inconsistente.

El decreto 698-20 es temporalmente inconsistente porque no define una política óptima para reducir el ritmo de contagio. El decreto lleva a las 7:00 de la noche la hora máxima para que los negocios puedan operar, pero mantiene hasta las 9:00 de la noche el libre tránsito de las personas. En síntesis, hay dos horas menos para trabajar y dos horas más para divertirse de casa en casa, reunirse con los amigos y tomarse las bebidas alcohólicas que podrán comprar hasta las 6 de la tarde. El resultado de ese nuevo toque de queda será un aumento del contacto social y, en consecuencia, de la tasa de contagio de la enfermedad.

Dado que las personas saben que ese decreto no será efectivo, y que el gobierno tendrá que modificarlo cuando siga aumentando la cantidad de casos activos, aprovecharán esas dos horas de libre tránsito al máximo mientras se pueda. Esto implica un aumento del contacto y una reducción del distanciamiento social, lo cual se traduce en un incremento de la tasa de contagio. Ante ese resultado, la única opción del gobierno será la de modificar el decreto y aprobar un toque de queda más severo. Esto demuestra la inconsistencia temporal del decreto.

Lo grave es que además de ser un decreto con inconsistencia temporal, es una medida que reduce el nivel de bienestar de la población. En términos económicos el decreto obliga a los negocios a cerrar a las 7 de la noche, lo cual significa dos horas menos para la realización de actividades y creación de valor agregado. Eso implica menores niveles de empleo, salarios y beneficios.

Y en términos de salud, dado que el decreto aumentará el contagio, habrá mayor gasto en salud, pérdida de horas de trabajo por causa de la enfermedad y, casi seguro, una mayor cantidad de fallecidos. Si se suman ambos efectos negativos, se puede concluir que el decreto 698-20, que establece el nuevo toque de queda con libre tránsito, fue escrito por alguien inexperto en esos temas.

Por: Jaime Aristy Escuder

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