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Biden es la opción de la UE para volver a empezar, no para volver atrás

La nueva etapa en EEUU va a precisar una nueva posición de la UE en múltiples ámbitos, inciden los expertos

Berlín.- El presidente electo de EEUU, Joe Biden, es la oportunidad de la Unión Europea (UE) de volver a empezar en su relación con Washington, pero no de volver atrás el reloj cuatro años. Eso está fuera de toda cuestión, según los expertos.

Durante el mandato del presidente saliente, Donald Trump, la política internacional ha cambiado de forma irreversible. De la visión en torno al comercio internacional al papel global de China, de la lucha contra el cambio climático a la defensa del multilateralismo, pasando por la coordinación de esfuerzos para atajar la pandemia.

La victoria del candidato demócrata no anula todo lo sucedido, coinciden en señalar la mayoría de expertos entrevistados, que creen que conllevará cambios de dirección y, en general, el regreso de Estados Unidos a la escena internacional.

Pero también creen que Biden exigirá a la UE un mayor compromiso en política exterior, como una mayor contundencia frente a China y Rusia, y una mayor independencia en el ámbito militar. Algo que en el bloque se le puede atragantar a más de un país, especialmente a Alemania.

Tanja Börzel, profesora del Instituto Otto Suhr de Ciencias Políticas de la Universidad Libre de Berlín, entiende el «alivio general» en Europa. Porque la victoria de Biden significa la «vuelta de EEUU a las instituciones internacionales» tras cuatro años de «agresivo unilateralismo» en la que han sufrido daños las relaciones con los aliados tradicionales.

No obstante, añade, el giro en Washington no va a suponer una vuelta al «rol tradicional» de EEUU en las últimas décadas. Börzel cree que Biden se acercará a los europeos con «expectativas y exigencias» que, en muchos puntos «no son nuevas».

En esto incide también Julian Müller-Kaler, experto en relaciones transatlánticas de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP), que considera que el alivio europeo se acabará «pronto» por «lo que se le viene encima a Europa» ahora que el mundo avanza hacia una «nueva bipolaridad».

«Alemania y la UE están justo en medio» en las crecientes tensiones entre las dos grandes potencias, Estados Unidos y China. Es una posición especialmente incómoda, dice Müller-Kaler, porque son los dos principales mercados para los productos europeos. Tener que elegir entre ambos, llegado el caso, sería doloroso, el «peor escenario».

DIFERENCIAS COMERCIALES

En lo económico, estima en declaraciones el presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), Marcel Fratzschel, las diferencias actuales entre EEUU y la UE tampoco van a evaporarse con la llegada del demócrata a la Casa Blanca.

Biden ha favorecido tradicionalmente políticas «proteccionistas», recuerda Fratzschel, y apunta que el presidente electo tiene además como objetivo principal rebajar la polarización en su país, lo que implica tratar de atraer a votantes de Trump.

Eso puede significar «conflicto» para Alemania, con quien EEUU tiene un «excesivo» déficit comercial, considera Fratzschel. «Alemania tendrá que afrontar sus puntos débiles si quiere cooperación en otros ámbitos. Alemania se tiene que mover», afirma.

A su juicio, la solución pasa por un acuerdo comercial entre EEUU y la UE centrado no en aranceles y cuotas, sino en «estándares comunes» en medioambiente, fiscalidad, valores y ética, derechos laborales y seguridad tecnológica.

En su opinión, sólo con un instrumento de esta entidad se podrían fijar unos «estándares globales» que «China también tendría que cumplir». Lograr este acuerdo «no es muy fácil», pero tendría evidentes ventajas para la UE. Por eso los europeos deberían atraerse a Biden «activamente».

«Ambos queremos una China que se comporte de una forma más responsable. Pero eso sólo lo conseguiremos si nos ponemos de acuerdo», explica.

Börzel, Müller-Kaler y Fratzschel confían en que con Biden EEUU regrese al Acuerdo de París contra el calentamiento global, pero destacan que su capacidad de cambiar el curso de la primera economía mundial dependerá de que el Senado estadounidense pase a manos demócratas, algo en absoluto seguro en estos momentos.

Además, deberá debatirse entre contentar al ala más progresista de su partido y atraer a aquellos que ven amenazados sus puestos de trabajo por la transición energética.

UN DEBATE ANTIGUO

La nueva etapa en EEUU va a precisar una nueva posición de la UE en múltiples ámbitos, inciden los expertos, del económico y comercial, al tecnológico y defensivo. Hace falta una Europa más adulta, en línea con la «autonomía estratégica» que han proclamado en los últimos meses expertos y políticos como el presidente francés, Emmanuel Macron.

Se trata de un «nuevo comienzo entre iguales», como pide en su comunicado sobre la victoria de Biden la Federación de la Industria de Alemania (BDI). Pero eso implica, no sólo una renovada apuesta de Washington por el diálogo, sino una mayor contribución europea y una mayor responsabilidad en lo político y económico.

«Este debate no es nuevo en absoluto en Europa. Teníamos que ser autónomos desde hace 20 años», se lamenta Börzel: «Esto es una nueva oportunidad, pero no una nueva situación».Juan Palop

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