Resto del Mundo

Serena Williams, en pos del mito en el Abierto de EEUU

Como Michael Jordan, Usain Bolt, Roger Federer y Michael Phelps, Serena Williams ha dejado atrás la leyenda para convertirse en mito.

Cada raquetazo que da, cada gesto en la cancha, e incluso cada una de sus famosas rabietas, consolidan su imagen de la tenista más dominante de dos generaciones y marcan el camino de una historia difícil de repetir.

A sus 33 años de edad, la estadounidense parte como gran favorita para convertirse en la primera mujer en los últimos 27 años en ganar los cuatro torneos del Gran Slam en un mismo año del calendario. Williams buscará convertirse en la primera tenista en ganar los cuatro grandes en el mismo calendario anual desde que lo lograse la alemana Steffi Graf en 1988.

Desde que con 17 años, en 1999, ganara su primer título en Flushing Meadows, el US Open de Nueva York ha sido una de las pasarelas tenísticas más galardonas de Serena, con seis títulos, los últimos tres consecutivos desde 2012.

La estadounidense llega a su torneo preferido como la gran favorita después de las victorias en los tres primeros Gran Slam del año: las pistas duras de Melbourne, en enero; la arcilla de París, en mayo; y la hierba de Wimbledon, en julio.

Williams acumula 21 coronas de Gran Slam, pero una victoria en Flushing Meadows le haría empatar con Graf en el mayor número de títulos en la era Open y la dejaría en segundo puesto en la historia, tras los 24 de Margaret Court.

La historia, además de las rivales, presionan a Serena, quien dice saber lidiar con ambas rivales. «Decidí que prefiero tener esa presión a la presión de no ganar», dijo Williams. «No todo el mundo puede manejar esa presión, pero estoy bien con eso. Yo preferiría estar siempre en esta posición», aseguró.

– Gane o pierda, lo festeja –

Como todos los años, Serena aprovecha su estancia en Nueva York para organizar un desfile de moda con sus diseños, unos días después de terminado el US Open. «Gane o pierda, lo festejaré igual. Estas son dos semanas especiales», dijo Williams.

La norteamericana llega a Flushing Meadows embalada en sus triunfos en pista dura este año en Miami y Cincinnati, éste último torneo de calentamiento para el US Open, y donde derrotó a la rumana Simona Halep en la final, adjudicándose el título número 69 de su carrera. «Me da la confianza de saber que he estado trabajando bien en estos últimos días y semanas. También me hace comprender la sensación de ganar. Me gusta ese sentimiento y quiero hacer el trabajo duro», manifestó.

Williams ha ganado los Gran Slam de Australia, Wimbledon y Nueva York en seis ocasiones cada uno, además de tres coronas del Abierto de Francia.

Patrick Mouratoglou, el entrenador de Williams, asegura que la mejor arma de su alumna es su potente saque. «Probablemente posee el mejor servicio en la historia del tenis femenino», dijo el preparador. «Incluso, cuando no es perfecto, es todavía lo suficientemente bueno para ganar», afirmó.

Williams, que será la primera cabeza de serie de un US Open por cuarta vez en su carrera, tendrá como principal oponente a la rumana Halep (N.2), una guerrera que este año año le ha plantado cara en duros duelos.

Otras rivales que deberá tomar en cuenta son la danesa Caroline Wozniacki (N.4), subcampeona de 2009 y 2014, y la finalista de 2012 y 2013, y la bielorrusa Victoria Azarenka. Empero, todas llegan marcadas por reciente lesiones en las piernas, por lo que la principal rival de Serena Williams en este Abierto, será la propia Serena Williams.

De hecho, la tercera cabeza de serie, la rusa Maria Sharapova, campeona de 2006, renunció ele domingo a disputar el Abierto de Estados Unidos por una lesión en la pierna derecha.

Más noticias