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El PSG destroza al Barcelona con un hat-trick de Mbappé (1-4)

Hat-trick del delantero francés para voltear el gol inicial de Messi de penalti, también marcó Moise Kean

Tremendo batacazo del Barcelona, que ha vuelto a darse de bruces en la Champions después de caer vapuleado ante un París Saint-Germain liderado por un enorme Kylian Mbappé, autor de un hat-trick (1-4). Primera presencia del delantero francés en el Camp Nou, en la casa de Leo Messi, para acaparar todos los focos. Y eso que el cuadro galo llegaba a la ciudad condal con bajas significativas como las de Neymar, un exazulgrana que estaba ansioso por poder enfrentarse a su equipo, y el exmadridista Ángel Di María.

Un nuevo orden, es lo que ha reclamado Mbappé, que a sus 22 años está llamado a dominar el fútbol mundial en los próximos años cuando se retiren Messi y Cristiano Ronaldo. Un mensaje contundente en el mejor escenario. Una victoria incontestable, en un partido en el que los franceses fueron ultra efectivos y muy superiores, que deja al Barça muy cerca de la eliminación, algo que ya había avisado Ronald Koeman semanas atrás. Parecía que el técnico holandés puso con mucho criterio la venda antes de la herida.

Volvió Piqué
El caso es que los azulgranas, con la vuelta de Gerard Piqué al once tras dos meses y medio fuera, no arrancaron mal, liderados por Busquets en la organización del juego y con Pedri omnipresente, como siempre, en un cuarto de hora inicial que ya dejó la primera ocasión de los culés, aunque Griezmann se topó con Keylor Navas.

Messi marcó el primero antes de la media hora tras un penalti de Kurzawa sobre Frenkie de Jong. La acción no fue revisada por el VAR porque el contacto del zaguero parisino existió. Fue mínimo, sí, pero suficiente para que el centrocampista holandés cayese redondo en el área del PSG. Messi no falló y el 1-0 enrabietó al campeón galo. Sobre todo tras una ocasión de Dembélé, que desperdició un regalo de Messi que hubiera podido cambiar el guión del choque por completo.

Los de Pochettino recurrieron a Mbappé, su estrella, el jugador pretendido por medio mundo —entre ellos el Real Madrid— en una primera parte primorosa del 7 campeón del mundo. A diez minutos del descanso puso las tablas en una acción portentosa dentro del área. Kylian recibió de Verratti en el área pequeña, controló el balón y fusiló a Ter Stegen, poniendo la pelota en la misma escuadra. Acto seguido la tuvo Kurzawa y en la última jugada del primer tiempo apareció Icardi para asustar al meta culé con un cabezazo al primer palo. Estaba claro que la balanza se había inclinado, el PSG merecía más que su rival y el marcador pronto le daría la razón.

Mbappé quiere el trono
Tras el paso por vestuarios, Pochettino metió en el campo a Ander Herrera por un revolucionadísimo Gueye que ya tenía una amarilla en su haber. Los de Koeman, por su parte, saltaron dormidos en la segunda mitad y cuando mejoraron su nivel —reclamaron penalti por mano de Kean dentro del área— llegó un nuevo zarpazo de Mbappé, que se vistió de Ronaldo Nazario para ser inalcanzable a sus rivales. Piqué tuvo que tirar de su camiseta para intentar frenarlo, pero el joven parisino protagonizó su gran noche sin Neymar en el escenario y ante la presencia de Messi. En casa de Leo. El 1-2 llegó al aprovechar el rechace de una contra, perdonó el tercero poco después, pero su compañero Moise Kean también quiso estampar su firma en el luminoso. En esta ocasión llegó tras una falta botada por Paredes y un cabezazo del italiano en el segundo palo, completamente solo y libre de marca.

Koeman intentó reaccionar y metió en el campo a Mingueza por Sergiño Dest, que sufrió lo que no está en los escritos, pero de nada serviría. Ni tan siquiera el triple cambio en los diez minutos finales (entraron Pjanic, Riqui Puig y Trincao, y posteriormente Braithwaite) porque fue entonces cuando el PSG encontró más espacios y terminó de matar al Barça. La exhibición necesitaba una rúbrica y, cómo no, fue nuevamente Mbappé el que completó su gran noche con un triplete. Un contraataque de Draxler habilitó a Kylian para marcar un gol de bandera que hacía subir el definitivo 1-4 al marcador del Camp Nou.

Ya no hubo más, pese al empeño de Braithwaite. Los culés bajaron los brazos y asumieron, tal y como había dicho su entrenador, que este año no podrán competir para estar entre los ocho mejores de Europa. El Barça necesitaría vencer, al menos, por 0-4 en el Parque de los Príncipes para seguir con vida. Un auténtico milagro. En el fútbol no hay nada imposible, pero viendo cómo está el percal…

Más contenido por Manuel Acevedo

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