BOSTON (AP) — Al principio de su carrera en la NBA, Jaylen Brown era visto en gran medida como un jugador que sería un componente del éxito a largo plazo de los Boston Celtics, en lugar de un pilar de sus cimientos.
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Cuando las estrellas de renombre estaban disponibles durante la agencia libre, Brown era a menudo una posible ficha comercial.
Mientras se prepara para su octava temporada, su juego ha obligado a reescribir la narrativa.
La temporada pasada fue decisiva para Brown, quien obtuvo su segunda selección All-Star y el visto bueno al segundo equipo All-NBA mientras ayudaba a liderar a los Celtics en un juego de apariciones consecutivas en las Finales de la NBA.
En julio cobró la firma de una extensión de cinco años y 304 millones de dólares, el contrato más rico en la historia de la NBA. Inmediatamente lo empujó a un nivel reservado sólo para las estrellas más elitistas de la liga.
Viene con expectativas y un peso que Brown aún no ha experimentado. No como la tercera selección general del draft de 2016, ni siquiera como compañero de equipo del cuatro veces All-Star Jayson Tatum.
Brown listo para el juego
Pero en una plantilla renovada de los Celtics que ha perdido algunas de sus voces más ruidosas en el vestuario, Brown dice que está listo y dispuesto a ser el creador de juego y líder que los Celtics necesitan para aprovechar al máximo su actual ventana de campeonato.
«Me siento genial, preparado. Me siento listo para tener un gran año”, dijo Brown. “Trabajé mucho tratando de hacer jugadas, tratando de que los muchachos se abrieran. Tratando de establecer nuestra ofensiva. Ver el juego, leer el juego. En general, simplemente ser un mejor jugador de baloncesto. No puedo esperar para mostrarlo este año”.
Además de encerrar a Brown a largo plazo, Boston rehizo dramáticamente su núcleo esta temporada baja, cambiando al ex Jugador Defensivo del Año Marcus Smart, al Sexto Hombre del Año reinante Malcolm Brogdon y al protector del aro Robert Williams III en una serie de intercambios que generaron 7 -El pie de página Kristaps Porzingis y el incondicional defensivo Jrue Holiday.
Mazzulla enfocado en la nueva temporada
Todo esto mientras el entrenador de segundo año Joe Mazzulla reorganizaba su cuerpo técnico, incorporando a los asistentes Charles Lee y Sam Cassell para ayudar a poner el sello de Mazzulla en el equipo en su segunda temporada.
Ha requerido un reinicio de la cultura del vestuario y ha pedido que surjan nuevas voces. Durante la mayor parte de sus carreras, Brown y Tatum se han contentado con dejar que su juego hable por ellos. Pero Brown reconoce que este nuevo grupo necesitará que sus voces sean más fuertes que nunca.
Aún así, su enfoque hacia esta nueva dinámica de equipo será sencillo.
“Simplemente estoy entrando en esto”, dijo Brown. “Creo que tenemos muchas voces que ya no están con nosotros: Blake (Griffin), Grant (Williams), Smart. Todos chicos muy vocales. Entonces, creo que, definitivamente, al escuchar mi voz, la voz de JT un poco más esta temporada».
Es lo que ayudará a convertir un conjunto de talentos en un equipo formidable.
“No podemos simplemente lanzar a algunos muchachos y esperar que todo funcione. Nuestros hábitos crearán nuestro futuro y nuestro éxito”, dijo Brown. «Estoy entusiasmado con el viaje».
La temporada pasada, Brown promedió los máximos de su carrera en puntos (26,6), rebotes (6,9) y asistencias (3,5). Lo mismo ocurre con Tatum (30,1 puntos, 8,8 rebotes y 4,6 asistencias).
Sin embargo, ambos deberían beneficiarse de la longitud defensiva y la capacidad de estiramiento que proporciona Porzingis y el control defensivo y de campo que aporta Holiday.
Ni Brown ni Tatum tendrán que facilitar tanto la ofensiva con la capacidad demostrada de Holiday para crear para sus compañeros de equipo.
Aún así, es probable que a veces haya un hombre extraño con un top seis que incluye a Brown, Tatum, Porzingis, Holiday, Derrick White y el veterano Al Horford, quienes están acostumbrados a acumular una cierta cantidad de tiempo de juego.
Es un buen problema, insiste Tatum.
“Básicamente, probablemente tengamos seis titulares y sólo podemos jugar con cinco personas. Sólo cinco muchachos pueden terminar un juego”, dijo Tatum. “Entonces, entre esos seis muchachos, cualquier noche cualquiera podría salir de la banca. Es posible que alguien no termine. Y depende de todos nosotros entender que sea quien sea la noche, es por el bien del equipo. Y realmente tenemos que aceptar eso. No es fácil sacrificarse, pero en algún momento todos tenemos que hacerlo”.
Es una opinión que comparte Mazzulla.
«Todos vamos a tener que renunciar a pequeñas partes de nosotros mismos hasta llegar a donde queremos llegar», dijo.
