Santo Domingo, RD.- El ex vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, calificó como un chantaje la prohibición de entrada al vecino país de 33 productos dominicanos, luego de que decenas de inmigrantes haitianos regresarán a Haití al no poderse acogerse al Plan Nacional de Regularización llevado a cabo por el gobierno dominicano.
«Se trata de un chantaje y eso no es admisibles en las relaciones internacionales, es una violación al orden internacional y el gobierno y el pueblo dominicano están firmes en todo que tenga que ver con la defensa de la soberanía dominicana», sostuvo, Alburquerque.
En este sentido, también se pronunció vicepresidente de la Fundación Institucional y Justicia (FINJUS) Servio Tulio Castaños Guzmán, quien acusó al Gobierno haitiano de politizar el tema de las deportaciones con su postura de rechazar la entrada de productos agrícolas dominicano a esa nación.
Señaló que esa posición anteriormente ha sido asumida por las autoridades haitianas cuando se trata del tema referente a los inmigrantes ilegales haitianos.
Atribuyó esa posición a que Haití vive actualmente un proceso políticos que en el mes de agosto escogerá sus candidatos congruesuales y municipales, en octubre su presidente y en septiembre a los representantes municipales.
Castaños Guzmán, llamó al pueblo dominicano a respaldar las acciones del Gobierno en cuanto al tema de la definición de su política migratoria y resaltó la actitud asumida por el presidente Danilo Medina de tolerante por los ataques han tenido organismos internacionales por el Plan de Regularización y el anuncio de las deportaciones.
Víctor (Ito) Bisonó, el presidente en funciones del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), dijo que esa actitud hostil en nada contribuye a las relaciones dominico-haitiana.
Economista. Mientras el economista Guillermo Caram afirmó que esa veda, de ser cierta, no afectará la economía nacional, ya que aseguró, aún con la prohibición continuaría el comercio entre sendas naciones, por lo que señaló las implicaciones serían más de carácter social y político.
Caram negó, también, que la pérdida de la mano obra haitiana ilegal, producto de las deportaciones en afecte la economía del país en las áreas de construcción y agricultura.
Este anuncio de prohibición de esos productos se hizo luego de que decenas de inmigrantes ilegales que no pudieron acogerse Plan Nacional de Regularización de Extranjeros regresaran Haití.
Por Juan Reyes, Paloma Féliz y Shaira Castillo
