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‘Restaveks’, los pequeños esclavos de Haití

Fuente Externa

«Restavek» no es una palabra que un niño quiera oír en Haití.

En la mayoría de los casos, esta frase va más allá de su significado literal de «vivir con» e implica una forma culturalmente aceptada de esclavitud infantil.

La práctica «nació como un mecanismo cultural, en donde las familias pobres enviaban a sus hijos a parientes ricos como una forma de mejorar sus vidas. Sin embargo hoy ya no es así, sino más bien lo opuesto», le explica a BBC Mundo Stefano Savi, director adjunto de Unicef en Haití.

En palabras simples, es un sistema de trabajo infantil mediante el cual los niños de áreas más pobres y rurales son enviados a familias ricas para ayudar en las tareas domésticas, supuestamente a cambio de educación y una mejor calidad de vida.

Sin embargo, la realidad es que «a menudo son abusados física, sexual y mentalmente, además de privados de comida y sueño», según el Índice de la Esclavitud Global, dado a conocer este jueves por la fundación contra la esclavitud moderna Walk Free (Camina Libre).

«El término ‘restavek’ no necesariamente es siniestro y puede ser una forma de solidaridad familiar (…) Sin embargo, el sistema ha sido ampliamente abusado», dice el informe.

Hoy uno de cada diez niños haitianos es explotado bajo este sistema y su práctica generalizada ubica a Haití en el segundo puesto del listado de esta medición global de esclavitud moderna.

Haití es el único país de la región en el top ten de la lista. En un índice de 1 a 100, fue calificado con una prevalencia de 52,26 y un riesgo de 66,08 de esclavitud.

Y el principal problema que lo catapultó al segundo puesto del índice es, precisamente, la esclavitud infantil disfrazada de restavek.

Explotados y abusados

Entre las tareas habituales de un niño restavek está vaciar orinales, barrer y trapear pisos, acarrear pesadas cubetas de agua y preparar comida. Manipulan utensilios que en muchas otras partes del mundo estarían prohibidos para niños de 5 ó 7 años, como aceite caliente, cuchillos filudos o llaves de gas.

Según datos de la Fundación de Desarrollo Panamericano publicados en 2009, existen alrededor de 225.000 niños entre 5 y 17 años que viven bajo este régimen. Dos tercios de ellos son niñas.

El informe de Walk Free sube la cifra a entre 300.000 y 500.000 menores.

Se estima que sólo a un 20% de los restavek su familia receptora les permite ir al colegio. Y el número se reduce a 1% en la escuela secundaria, dice el informe de Walk Free.

El 80% de los niños haitianos que caen en este régimen sufren de abusos físicos graves y el 30% son víctimas de abusos sexuales, según información de la Organización Internacional de Migración (IOM) citada por la investigación de Walk Free.

Sin embargo, es «extremadamente difícil», según el encargado de Unicef en Haití, contar con cifras concretas sobre este problema.

Al ocultamiento que hacen tanto las familias que envían a los niños como las receptoras se suma que el último censo realizado en Haití data de 2003, previo al histórico -y desastroso- terremoto ocurrido en 2010.

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Autor: Constanza Hola Chamy

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