El tamaño de El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica, es un punto a su favor. Sobre todo desde que su aeropuerto internacional Oscar Arnulfo Romero se ha convertido en el que quizás sea el mayor intercambiador aéreo de la zona.
Y el más divertido, con una inmensa zona de compras. Ahora, además, se ha propuesto que todo pasajero que pase por la región conozca el país aunque sólo sea durante una escala de entre seis horas y 48 horas. Para ello, ha llegado a acuerdos con aerolíneas como Avianca que permiten permanecer en el país hasta dos días, entre vuelo y vuelo, sin cargo adicional y sin pagar impuestos.
Agencias como Salvadorean Tours han aprovechado la oportunidad ofreciendo un montón de excursiones especial Stop Over, incluso si sólo se cuenta con unas seis horas de escala. La más popular es, sin duda, la que incluye dos de los grandes atractivos del país. Por un lado, la visita al imponente volcán de San Salvador, más conocido como El Boquerón, que permite disfrutar de una caminata por los senderos naturales que conectan con los cinco miradores. Una vez allí, se puede observar el cráter desde todo tipo de ángulos para luego trasladarse a la Pompeya de América.
Centro precolombino. La Joya de Cerén fue enterrada por ceniza volcánica preservando multitud de objetos de la vida diaria de sus habitantes, lo que le ha valido ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Para los verdaderos aficionados a la arqueología están las ruinas de San Andrés, un importante centro precolombino donde se pueden conocer imponentes estructuras relacionadas con los gobernantes de esa civilización.
Para los amantes del deporte se les ha reservado una sorpresa, practicar surf con los mejores expertos del país, tabla incluida. Se les traslada a la playa de El Tunco (su verdadero nombre es El Sunzal) para cabalgar sobre las olas más impresionantes de esta parte del Pacífico. A los principiantes se les da una clase gratis. Si prefiere conocer a fondo la capital y seguir la Ruta de Monseñor Romero o conocer sus museos, también hay varias opciones. Cualquier de ellas entre unos 70 y 80 euros todo incluido.
Todo esto para los que tienen poco tiempo porque si se cuenta con 48 horas, uno puede pasar el día conociendo las ruinas de Copán, una de las grandes maravillas de la cultura maya, en la vecina Honduras, a tres horas y media de la capital. O seguir la Ruta de las Flores, que recorre varios parques naturales, con la posibilidad de lanzarse en tirolina o dar un paseo en kayak.
La Ruta de la Paz. Aunque quizás uno de los planes más perfectos sea descubrir tres países en un solo viaje, incluso de forma exprés. Se puede viajar en el vuelo de Iberia hasta Guatemala, donde la agencia se ocupa de recoger al pasajero en el aeropuerto. Allí, puede aprovechar para conocer la preciosa ciudad colonial de Antigua para luego trasladarse por tierra a El Salvador, donde en 48 horas puede visitar el Boquerón y la Joya de Cerén.
También hay probar las deliciosas pupusas, el plato nacional del país. A primera vista, podrían ser confundidas con las arepas venezolanas o colombianas pero nadie se puede ir de este país, cuya extensión es menor que la de la Comunidad Valenciana, sin probar este plato. En el extenso programa de excursiones de cualquiera de las agencias también se incluye lo que se conoce eufemísticamente como la Ruta de la Paz, que en realidad profundiza sobre los años de Guerra Civil, o el lugar donde fue asesinado Monseñor Romero.
Pero el país quiere pasar página sobre ese periodo oscuro haciendo hincapié en el gran esfuerzo que se está haciendo por erradicar la violencia endémica que ha asolado el país en estos últimos 20 años. Sin duda, El Salvador es, en estos momentos, la gran sorpresa de Centroamérica.
