Peravia.- Desde las 11 de la mañana campos nubosos cubrieron el municipio cabecera de la provincia Peravia, propiciando una llovizna constante y, en ocasiones, ráfagas de vientos, como parte de los efectos indirectos del huracán Beryl.
Residentes en las inmediaciones de la cañada 30 de mayo, en la zona urbana de Baní, se mantuvieron expectante a la crecida de los afluentes, el cual les deja incomunicados y sin ajuares cada vez que se producen fuertes lluvias.
“Todo lo que hay ahí fueron las hijas mías que me lo compraron. Pero cuando sube el agua, todo lo saca para afuera”, expresó la residente Nidia Arias.
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La Alcaldía del municipio, la Gobernación y la Defensa Civil dijeron haber tomado medidas preventivas. Esto, para mitigar y auxiliar a residentes en sectores como el Maní, Santa Rosa, Saona, Los Feo, Barrio la Raqueta y Doña Gina. Estos habitualmente resultan afectados por los afluentes que les rodean.
En ese sentido, el alcalde de Baní, Santo Ramírez, precisó que se mantienen interviniendo todos los puntos vulnerables. También realizando limpiezas en cañadas de distintas localidades.
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Las autoridades también llamaron a los munícipes a no descuidarse hasta tanto se descontinúen las alertas y avisos meteorológicos que se han emitido a raíz del paso por el mar Caribe del huracán Beryl.
