«Sánchez glorioso, varón ilustre que no supiste jamás hollar (pisar), los sacros fueros del patriotismo que levantaron el patrio lar, así inicia el himno a este prócer independentista de cuyo natalicio se cumplen 197 años.
Nació en la ciudad de Santo Domingo el 9 de marzo de 1817, fueron sus padres Narciso Sánchez y Olaya Del Rosario.
Entre las principales características de la personalidad de Sánchez se destacan sus grandes valores patrios, honestidad, valentía, temeridad e ingenio, atributos que lo llevaron a convertirse en la cabeza durante la fase final del movimiento independentista debido a la ausencia de Juan Pablo Duarte.
El historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de Efemérides Patrias explicó que Sánchez “fue uno de los compañeros de Juan Pablo Duarte que mayores contribuciones hizo para la proclamación de la Independencia y para el desarrollo de las instituciones republicanas”.
A pesar del papel de primer orden que jugó Sánchez, su natalicio pasa casi desapercibido para muchos, pues este no forma parte de los actos que se realizan durante el mes de la patria, que inicia el 26 de enero y culmina el 27 de febrero.
Exilio, regreso y muerte
En abril de 1855 fue enviado al exilio en Curazao y regresó en agosto de 1856. A su retorno al país, comienza entonces la vida política, llegando a ocupar importantes cargos en los gobiernos de Jimenes, Santana y Buenaventura Báez .
Es preciso destacar que tras ser nombrado fiscal ante el Tribunal de Apelación de Santo Domingo, fue quien llevó la acusación contra Antonio Duvergé en el primer juicio que le hizo Santana.
Sánchez se convierte en defensor público y recibió licencia de la Suprema Corte de Justicia para ejercer.
El 1 de junio de 1861, Sánchez penetró a territorio dominicano al frente de una expedición cruzando por Hondo Valle, Vallejuelo y El Cercado donde cae en una emboscada siendo herido. Capturado y trasladado junto a otros a San Juan de la Maguana donde fueron juzgados y condenados a muerte.
En el juicio, Sánchez exclamó: “Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez”.
Murió fusilado el 4 de julio de 1861, a los 44 años de edad.
“Derecho tienes a que elevemos en tu memoria cantos de amor; ningún soldado fue más glorioso,
nadie ha luchado con más valor”, así lo expresa Ramón Emilio Jiménez en la penúltima estrofa del himno a Sánchez.
