Salud

Cardióloga descarta que muertes súbitas sean por vacunas contra COVID-19

La presidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología, Rafaelina Concepción, declaró este martes que hasta el momento no existe evidencia científica de que las vacunas contra la COVID-19 estén provocando una serie de muertes súbitas que se están produciendo en República Dominicana y otros países del mundo, sino que, por el contrario, los fármacos han mejorado la sintomatología y muertes por la enfermedad.

La especialista reconoce que se ha incriminado una serie de muertes súbitas a las vacunas contra el coronavirus, pero precisa que documentos fehacientes de revistas cardiológicas demuestran que los decesos por enfermedades cardiovasculares son mínimos en la etapa pospandemia.

En ese sentido, pone como ejemplo una investigación realizada por la revista científica Nature, que tuvo 6.6 billones de dosis, el cual determinó que de 1 a 28 días apenas ocurrió el 0.004% muertes en pacientes con miocarditis, pericarditis o algún tipo de arritmia y 0.003 muertes súbditas en ese mismo rango que comprende la etapa de prevacunación hasta que culminó el proceso en agosto 2021.

Asimismo, informa que la Sociedad Dominicana de Cardiología tiene en curso una encuesta que realizan a través de las redes sociales a un grupo de médicos de diferentes especialidades, para determinar la cantidad d muertes súbitas que han tenido como médico y los pacientes hipertensos  en su espacio de trabajo.

Adelanta que este lunes presentaron el primer corte de la encuesta, con un total de 60 médicos, lo que permitió determinar que las muertes súbitas no han aumentado y tampoco las incriminan a las vacunas.

Cardióloga descarta que muertes súbitas sean por vacunas contra COVID-19
Cardióloga descarta que muertes súbitas sean por vacunas contra COVID-19

Muertes súbitas podrían estar asociadas al COVID

Sin embargo, subraya que las muertes súbitas sí podrían incriminarse a la infección de la COVID-19, ya que el virus puede afectar miocardio o acelerar algún proceso de comorbilidad que tenga el paciente, aunque reconoció que en esto tampoco tienen cien por ciento de seguridad.

“¿Qué sucede en pandemia? En pandemia, todos estábamos aterrorizados, nadie salía a la calle. La gente estaba encerrada con un estrés y pánico increíble”, añade. Al mismo tiempo, subraya que el estrés es uno de los factores de riesgo predisponentes de enfermedad cardiovascular.

Asimismo, sostiene que los pacientes hipertensos no se hacían chequeos regulares, por temor a infectarse en los tiempos que los hospitales estaban congestionados de personas ingresadas con el virus de la COVID-19.

“La diabetes se descontroló, los pacientes aumentaron de peso, no se hacía ejercicio. Las personas tomaban mucho alcohol porque tenían el mito de que al que tomaba no le daba el virus. Pero también la comedera, la gente empezó a comer pan, el cual contiene un alto nivel de grasa”, comenta.

En ese sentido, plantea que lo primero que se debe valorar son los factores de riesgo de cada persona. Sin embargo, manifiesta que en República Dominicana “desgraciadamente no tenemos una cultura de chequeos. No tenemos una cultura de ir al médico, porque yo no voy a gastar ese dinero para que me encuentren sano”.

La gente no va al médico

Puntualiza que la gente acostumbra ir al médico cuando tiene una afección o empieza a sentir cansancio y fuertes dolores en el pecho. “Pero por qué no fuiste antes para determinar si realmente tú tienes un factor de riesgo”, añade.

De igual manera, recomienda a las personas conocer sus números o indicadores de presión arterial, peso, glicemia, frecuencia cardíaca y el colesterol.

Refiere que muchos pacientes tratan de engañar a sus médicos respecto al manejo de recetas y tratamientos que deben usar para mantenerse saludables.

“Los pacientes diabéticos, por ejemplo, tengo cita con la doctora endocrinóloga para la semana que viene. Esta semana hago una dieta para que la doctora me encentre bien y tenga una glicemia en 95. Pero, cuando se le hace una hemoglobina glicosilada, está en 12. Entonces, no tienes ningún control, es el paciente sano que se muere y la gente se asombra porque murió estando bien”, expone.