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Campesinos de Valle Nuevo sur y la incertidumbre de un desalojo interminable 

Santo Domingo, RD.- Valle Nuevo es zona de veda desde los años 60. Hace más de dos décadas fue declarado parque nacional. Sin embargo, la agricultura y asentamiento en la zona es aún más antiguo.

En esa área protegida, además de la producción a gran escala, también hay muchas familias campesinas que viven del día a día.

Es mediodía y la cocina de Maribel Soto está humeante. En un tradicional fogón se cuece la carne. Mientras en un recipiente reposan los ingredientes que cosechó de su patio para sazonar. Prepara el almuerzo de toda la familia en compañía de su nieta, que degusta una zanahoria como si fuera golosina.

Maribel no está segura si pertenece al grupo de 53 familias que Medio Ambiente tiene en categoría de vulnerable. Aunque ha escuchado los rumores del desalojo, no conoce a ciencia cierta el plan de rescate de Valle Nuevo sur. Esa situación le genera intranquilidad.

Soto se encarga de las tareas del hogar. Su esposo cultiva un pequeño terreno para el sustento. Algunas veces ella también se ve obligada a salir al campo.

En la franja sur de Valle Nuevo, desde la vieja entrada al parque hacia abajo con dirección a San José de Ocoa, hay varias comunidades. Estas son La Horma, Morita, La Nuez, donde vive Maribel, y Las Espinas. Allí reside Joselin Rosado.

Lleva media jornada y aunque es hora pico, el sol no le supone un problema. El clima en Valle Nuevo es bastante agradable. No se detiene ni siquiera mientras conversa. Con diligencia busca completar a tiempo la meta del día.  El pago por su jornada que ronda los 700 pesos.

No siempre corre con la misma suerte. Esta vez logró le contraten por una semana. Lleva años con su familia en esta comunidad. Va de sembradío en sembradío buscando el sustento. Teme que donde los reubiquen la demanda de jornaleros sea mínima.

El proyecto para completar el rescate de Valle Nuevo contempla el pago de valor de sus propiedades a los agricultores. Y la reubicación de al menos 53 familias hacia la provincia Azua. Las autoridades avanzan el proceso.

Como Joselin y Maribel son decenas los campesinos a quienes la ampliación del parque arropó. Ahora confían en que no serán dejados a su suerte. Esto a pesar de los plazos fatales que amenazan llevar a un letargo el ambicioso plan de rescate.

Más contenido por Karilyn Cuevas