Una explosión de gas en el madrileño barrio de Carabanchel ha dejado cinco heridos por quemaduras, cuatro críticos y dos leves, según ha informado la Policía Nacional.
De acuerdo a las fuerzas de seguridad, han explotado varias bombonas de butano a las 18.50 horas en la calle Guabairo, 24. El establecimiento, cuyo nombre es Cañaman, se dedica a la venta de semillas de cannabis y fertilizantes.
Los cuatro heridos críticos han sido trasladados al hospital de la Paz y al hospital de Getafe. Se trata de cuatro varones, de entre 24 y 29 años, y presentan quemaduras de entre 50% y el 80% de su cuerpo, especialmente graves en tórax, cara y piernas, según Emergencias Madrid.
Además, los sanitarios del Samur-Protección Civil han tenido que atender también a una niña de 9 años que paseaba por la puerta del local en el momento de la explosión. Tiene heridas en una mano, probablemente provocadas por el impacto de cristales rotos.
Además, un policía nacional que llegó al lugar de los hechos poco después de producirse la explosión ha tenido que ser atendido por una intoxicación por humo.
Hasta el lugar se han acercado tres dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que han asegurado y comprobado que el local era seguro tras lo ocurrido.
También se han desplazado ocho dotaciones del Samur, coches de apoyo, y la Policía, que investiga la causa y circunstancias de lo ocurrido.
Muy cerca del lugar de los hechos hay una gasolinera, que ha tenido que ser desalojada por los agentes de las fuerzas de seguridad.
El vecindario aún está confuso ante lo sucedido. Fernando atiende un negocio de ortopedia -Ortopedia Yglesias Hnos- a 100 metros de donde se ha producido la explosión. Pero la distancia parece mayor porque «esta calle hace una especie de U y es en el callejón donde han ocurrido los hechos. En esa zona hay un colegio y varios comercios», explica.
«No hemos oído nada. Nos hemos enterado porque han empezado a pasar decenas de coches de policía y de ambulancias. Los vecinos dicen que han encontrado una bombona de butano en el comercio donde se ha registrado la explosión y que había gente dentro».
Desde la Clínica dental Codenta, en el número 19 de la calle, afirman que han escuchado un ruido, pero que no sabían de qué era. «Hemos oído algo, pero poquito. No ha sido una megaexplosión. Nada hacía presagiar que era tan gordo y que los chicos iban a salir tan mal parados», reconoce una de las trabajadoras del centro, que dice que a ellos no les ha afectado y que «nadie ha tenido que desalojar» el negocio.
Fuente: ElMundo.es
