Tormentas e inundaciones en el sudeste de Francia han matado a 16 personas y dejan a más de 30.000 hogares sin electricidad y a cientos de turistas británicos varados. Carreteras enteras fueron cubiertas por torrentes de agua fangosa que destruyeron casas, arrastrando carros y causaron la interrupción de viajes en toda la zona de la Riviera francesa.
El aguacero en la Costa Azul – acostumbrada a tener cielos soleados y temperaturas de 20 grados centígrados – causó que el río Brague se desbordara cerca de Antibes, que se encuentra entre los populares centros turísticos de Cannes y Niza.
Entre los muertos habían tres que se ahogaron en una casa de retiro en Antibes, una mujer de 60 años de edad que intentó cruzar un camino inundado en Cannes y por lo menos cinco que buscaron refugio dentro de sus carros en Niza.
Se teme que la cifra de muertos podría aumentar aún más alto. Los bomberos y las ambulancias han tenido dificultades para llegar a las zonas más afectadas, donde 35.000 hogares están sin electricidad.
El presidente francés, Francois Hollande, se reunió con los residentes cuyas casas y vidas fueron destruidas por el desastre natural, hoy en día, ya que los trabajadores de ambulancias comenzaron a recoger los cuerpos de los que murieron.