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Sentencia en el juicio por proxenetismo a Strauss-Kahn se dictará mañana

El Tribunal Correccional de Lille (norte de Francia) dictará mañana sentencia en el proceso por proxenetismo agravado contra Dominique Strauss-Kahn y otras trece personas encausadas por la organización de orgías con prostitutas.

Es improbable que el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y exministro francés de Finanzas, que teóricamente se enfrenta hasta a diez años de cárcel, sea condenado, ya que la Fiscalía pidió su absolución e incluso las partes civiles han retirado la acusación.

Durante el juicio, que terminó el pasado 20 de febrero, el representante del Ministerio Público consideró que desde el punto de vista legal no había elementos para reprochar al político socialista francés (conocido por sus siglas, DSK) su implicación en la constitución de una red de prostitutas a su servicio.

El fiscal Frédéric Fèvre puso el acento en que más allá de la «ausencia total de consideración» que DSK mostró hacia las prostitutas, a las que trataba de «material» o «regalo», el tribunal a la hora de dictar veredicto trabaja «con el código penal, no con el código moral».

El antiguo jefe del FMI basó su defensa en su supuesto desconocimiento de que las mujeres que le llevaban sus amigos para participar en orgías eran prostitutas.

Las partes civiles subrayaron que esa línea argumental no se sostiene, aunque asumieron que no hay evidencias suficientemente sólidas para probarlo.

Los hechos se remontan al periodo entre 2007 y 2011, cuando el hotel Carlton de Lille sirvió de base de operaciones para las orgías que se celebraban en ciudades como Bruselas, París, Washington o Nueva York, según donde se encontrara DSK.

Entre los imputados están los empresarios amigos de Strauss-Kahn Fabrice Paszkowski y David Roquet, que supuestamente pagaban a las prostitutas a las que recurrían.

También están en esa lista el encargado de relaciones públicas del Carlton de Lille, René Kojfer; el director del hotel, Francis Henrion; el comisario de policía Jean-Christophe Lagarde, o el personaje más pintoresco en el banquillo de los acusados, el proxeneta Dominique Alderweireld, alias «Dodo el Salmuera».

La instrucción de este caso saltó a la luz pública cuando Strauss-Kahn estaba inmerso en el escándalo por el presunto abuso sexual a una empleada del hotel de Nueva York en el que se alojaba en mayo de 2011 y que dio al traste con sus ambiciones para presentarse a las elecciones presidenciales francesas de 2012.

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