El presidente filipino, Rodrigo Duterte, visitó una ceremonia en la que se reunieron para prestar juramento unos 200 cargos electos del país, según informan medios locales. En su discurso, ha avisado a los alcaldes filipinos incluidos en su lista de sospechosos de colaborar con el narcotráfico que tomará medidas drásticas contra ellos si no siguen cometiendo ilegalidades
Duterte ha pedido a los servidores públicos que miren esa lista y les ha advertido: «Si encuentras tu nombre en ella, hijo de p***, tienes un problema, te mataré […] probablemente la historia me recordará como un carnicero, pero esto depende de ti», declaró el implacable líder filipino.
El mandatario advirtió a los funcionarios corruptos que tendrán que elegir: si dejan sus cargos, así como sus acciones ilegales, podrán hablar con él y arreglar su situación, si no lo hacen, acabará con sus vidas.
Anteriormente, el presidente filipino reconoció que cuando era alcalde de la ciudad de Davao, mataba personalmente a criminales, tanto a disparos como tirándolos «desde un helicóptero en pleno vuelo».
Desde que Duterte asumió el cargo a finales de julio, su guerra contra la droga ha dejado más de 6.000 muertos, según diferentes fuentes. La Policía de Filipinas cuenta con licencia para matar narcotraficantes y drogadictos, lo que ha desatado fuertes protestas internacionales de los defensores de los derechos humanos.