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Estado Islámico reivindica atentados en Bruselas

BRUSELAS, Bélgica.- Extremistas de Estado Islámico sacudieron el martes el corazón de Europa al matar a por lo menos 34 personas y dejar heridas a muchas más con ataques consecutivos en el aeropuerto y una estación del metro de Bruselas, lo que evidenció nuevamente las vulnerabilidades del continente a los ataques suicidas.

Viajantes ensangrentados y mareados se tambalearon afuera del aeropuerto luego de los dos estallidos — de los cuales uno se atribuye a un atacante suicida y otro a una maleta explosiva — ocurrieran en medio de las multitudes que documentaban sus vuelos matutinos.

Unos 40 minutos después, otra explosión sacudió a los viajantes del subterráneo en el centro de Bruselas, cerca de la estación Maelbeek, que está muy cerca de las instalaciones de la Comisión Europea.

Las autoridades difundieron una imagen de las cámaras de circuito cerrado, en la que se observa a tres hombres empujando carritos de equipaje, e informaron que aparentemente dos de ellos fueron atacantes suicidas y que el tercero — vestido con un abrigo de color claro, sombrero negro y anteojos — se encuentra prófugo. Solicitaron al público para que se ponga en contacto en caso de reconocerlos. Las dos personas que se cree fueron los atacantes suicidas llevaban guantes oscuros en la mano izquierda, posiblemente para esconder los detonadores.

Durante los operativos policiacos posteriores efectuados en diversas partes de Bruselas, las autoridades encontraron un dispositivo explosivo lleno de clavos, productos químicos y una bandera del grupo Estado Islámico en una vivienda en el vecindario de Schaerbeek, indicó la fiscalía en un comunicado.

El grupo Estado Islámico dijo que sus miembros detonaron sus chalecos explosivos tanto en el aeropuerto como en el metro, donde varios pasajeros huyeron a través de los oscuros túneles repletos del humo que dejó la explosión registrada en el tren cuando éste se alejaba del andén.

El grupo EI amenazó con nuevos ataques en un comunicado en el que prometió «días oscuros» para los países que participan en la coalición contra Estado Islámico.

El gobierno indicó que al menos 11 personas murieron en el aeropuerto y 20 en el metro, donde la bomba estalló en un vagón cerrado. Más tarde, una fuente de seguridad indicó que la cifra de muertos había ascendido a 34, sin detallar dónde se habían producido.

Funcionarios europeos de seguridad temían desde hace varias semanas un atentado a gran escala y advirtieron que el grupo Estado Islámico se preparaba de manera activa para atacar. El arresto del viernes de Salah Abdeslam, un sospechoso clave en los atentados del 13 de noviembre en París, incrementó esos temores, luego de que los investigadores revelaran que se involucraron en la organización de los ataques mucho más personas de lo anticipado y que algunos de ellos aún estaban prófugos.

«En estos momentos de tragedia, en este oscuro momento para nuestro país, le pido a todo el mundo que conserve la calma pero que también muestre solidaridad», dijo el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, quien anunció tres días de luto nacional tras el ataque terrorista más mortífero en la historia del país.

«El año pasado fue París. Hoy fue Bruselas. Son los mismos ataques», dijo el presidente de Francia, François Hollande.

Los ataques tuvieron consecuencias en toda Europa y al otro lado del Atlántico, con refuerzos en la seguridad de aeropuertos y otros puntos sensibles.

Bélgica incrementó su alerta terrorista al más alto nivel, cerró el aeropuerto hasta el miércoles y ordenó un cierre en toda la ciudad, además de desplegar unos 500 soldados en las vacías calles de Bruselas para reforzar los puntos de revisión policiacos. Tanto Francia como Bélgica reforzaron su seguridad fronteriza.

Ministros de justicia y del Interior de los 28 países de la Unión Europea programaron una reunión de emergencia, posiblemente a efectuarse la mañana del jueves, para evaluar los daños. El estallido del subterráneo ocurrió por debajo de edificios en que normalmente se realizan los encuentros de la UE y albergan a los altos mandos del bloque.

Autoridades médicas que atienden a los heridos comentaron que algunas de las víctimas perdieron extremidades, mientras que otras sufrieron quemaduras o cortes profundos a causa de los vidrios rotos o lo que se presume eran clavos empacados dentro de los explosivos. Entre los heridos de mayor gravedad se encuentran varios niños.

Las explosiones ocurrieron casi cuatro meses después de que atacantes suicidas que habitaban en el distrito Molenbeek de Bruselas, asesinaron a 130 personas en distintos puntos de París, y las agencias de inteligencia habían advertido durante meses que un nuevo ataque era inevitable. Esos temores se incrementaron tras el arresto de Abdeslam en Molenbeek, y luego de que la policía admitiera que otros sospechosos relacionados a los atentados de París estaban prófugos.

Un alto funcionario judicial belga dijo que una conexión entre Abdeslam y los atentados del martes es «una pista a seguir». El funcionario habló bajo condición de anonimato debido a que la investigación está abierta.

Abdeslam le dijo a los investigadores que planeaba «reiniciar algo» desde Bruselas, de acuerdo al ministro de asuntos exteriores de Bélgica, Didier Reynders. El domingo, las autoridades tomaron con seriedad dichas declaraciones porque «encontramos muchas armas, armas pesadas en las primeras investigaciones y vimos una nueva red de personas a su alrededor en Bruselas».

Aunque sabían que se preparaba algún tipo de acto extremista en Europa, «nunca nos habríamos imaginado algo de esta escala», dijo el ministro del interior de Bélgica, Jan Jambon.

Entre los fallecidos en el aeropuerto estaba una mujer peruana de 37 años, indicó Benilda Babylon, portavoz del Ministerio peruano de Exteriores. El hermano de la víctima dijo a una emisora peruana de radio que el marido de su hermana y sus hijas gemelas de cuatro años estaban a salvo porque se apartaron de la zona de la explosión poco antes de que estallara.

En un comunicado conjunto, los jefes de gobierno de los 28 países de la UE dijeron que el ataque a Bruselas «sólo refuerza nuestra determinación de defender los valores y la tolerancia europeos de los ataques de los intolerantes».

El responsable de Naciones Unidas para los refugiados de Oriente Medio, Amin Awad, advirtió que Europa afronta un creciente riesgo de represalias racistas contra las comunidades inmigrantes musulmanas. «Cualquier clase de hostilidad por el ataque de Bruselas o el ataque de París falla en el blanco».

Al caer la noche, algunos de los monumentos más conocidos de Europa, como la torre Eiffel, la puerta de Brandemburgo y la Fontana de Trevi, se iluminaron con los colores de la bandera belga en gesto de solidaridad.

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