El autor de la matanza de Niza (sudeste de Francia) sufrió una depresión al comienzo de los años 2000 y no era religioso, afirmó su padre en Túnez.
«De 2002 a 2004 tuvo problemas que le provocaron una depresión nerviosa. Se volvía colérico, gritaba, rompía todo lo que se encontraba por delante», declaró Mohamed Mondher Lahouaiej-Bouhlel.
El padre del autor de la masacre del 14 julio en Niza asegura que su familia perdió el contacto con él desde que se fue a Francia. No sabe exactamente cuándo partió.
«Cuando se fue a Francia ya no sabíamos nada de él», insistió.
Según él, su hijo no tenía «ningún vínculo con la religión (…) no rezaba, ni ayunaba, bebía alcohol y hasta se drogaba», añadió.