PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — El presidente Donald Trump fustigó el sábado al «supuesto juez» que congeló a nivel nacional el decreto que negaba la entrada a Estados Unidos de refugiados y personas procedentes de siete países predominantemente musulmanes. La sentencia judicial fue emitida luego de días de confusión y caos.
La Casa Blanca prometió apelar rápidamente el fallo del juez federal emitido el viernes, pero eso no pareció suficiente para Trump, quien acudió nuevamente a Twitter para expresar sus frustraciones.
«La opinión de este supuesto juez, que esencialmente pone la aplicación de la ley fuera de nuestro país, es ridícula y será derrotada», tuiteó Trump el sábado.
The opinion of this so-called judge, which essentially takes law-enforcement away from our country, is ridiculous and will be overturned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 4, 2017
Trump ha dicho que la prohibición de viajar, que promulgó mediante un decreto el 27 de enero, mantendrá a los estadounidenses a salvo al impedir que entren al país terroristas potenciales.
En otro tuit el sábado, Trump agregó: «cuando un país ya no puede decir quién puede y quién no puede entrar y salir por razones de seguridad: ¡enorme problema!».
When a country is no longer able to say who can, and who cannot , come in & out, especially for reasons of safety &.security – big trouble!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 4, 2017
El presidente reaccionó así al fallo emitido por el juez James Robart, en Seattle, en contra de los argumentos de los abogados del gobierno de que los estados de Washington y Minnesota, que presentaron demandas contra la prohibición, carecían de fundamentos legales para impugnar la orden ejecutiva de Trump.
El magistrado dijo que ambos estados mostraron que su demanda probablemente tendrá éxito.
La orden firmada por Trump la semana pasada provocó protestas en todo el país y desató confusión en aeropuertos cuando varios viajeros fueron detenidos.
Hay varias protestas planeadas para este fin de semana, entre ellas una cerca de una propiedad de Trump en Palm Beach, Florida, donde él está pasando el fin de semana.