DES MOINES, Iowa, EE.UU. — Retrasado en su organización para la convención republicana, Donald Trump no ha cumplido con importantes fechas límite en varios estados para asegurar a delegados que se vayan a mantener fieles después de las primarias.
Los problemas de Trump tras bambalinas durante su campaña podrían afectar su campaña presidencial si no es capaz de obtener la designación en la votación inicial de la convención nacional de Cleveland en julio.
Luego de esa votación, la mayoría de los delegados no están obligados a respaldar al ganador de las primarias o asambleas partidistas de su estado, sino que son agentes libres que pueden respaldar al candidato de su predilección.
La mayoría de los delegados son elegidos en convenciones estatales o de distritos legislativos organizadas por los jerarcas del partido, miembros del poder republicano a los que Trump ha criticado desde los inicios de su campaña.
Y aunque el equipo de Trump ha tenido poco contacto con estos leales activistas del partido, su principal rival por la nominación republicana, el senador de Texas Ted Cruz, se ha mantenido activo en sus relaciones con ellos durante meses.
Trump ha pasado los últimos dos días criticando el proceso de selección de delegados de su partido, acusándolo de «amañado», «injusto» y «corrupto».
El lunes, durante un acto de campaña en Albany, Nueva York, y ante miles de personas, el empresario criticó la designación de todos los delegados del partido en Colorado para Cruz, algo que calificó como «sucio y repugnante».
El equipo de Trump apenas ha comenzado a involucrarse en el proceso de selección de delegados, la elección de las personas que asistirán y votarán en la convención. Los republicanos ya han seleccionado delegados en por lo menos nueve estados. Y en otros, como Virginia y Arizona, ya pasó la fecha límite para inscribirse como tal.
Por ejemplo, las primarias de Indiana no se realizarán sino hasta finales del próximo mes. Pero la fecha límite para convertirse en delegado para la convención nacional fue a mediados de marzo.
«¿Nos preocupa? Sin duda», dijo Tony Samuel, vicepresidente de la campaña de Trump en Indiana.
Todo lo contrario para el equipo de Cruz.
«Incluso si Trump acelera, no podrá lograrlo», dijo Shak Hill, líder de la campaña de Cruz en Virginia. «Es ahí donde ha ido perdiendo el partido».
