Los aviones de campaña de los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump tuvieron un cruce en la víspera del tercer y último debate presidencial, que se realizará este miércoles en Las Vegas.
El encuentro se dio en el aeropuerto internacional McCarran, en la ciudad famosa por sus casinos. Trump deberá elevar la apuesta si quiere alcanzar a Clinton, ya que las encuestas lo muestran varios puntos atrás de la demócrata.
La nave del republicano, un Boeing 757, fue adquirida por USD 100 millones al empresario Paul Allen en 2011. Por su parte, el Boeing 737 de la campaña de Clinton es alquilado y fue estrenado ante la prensa en septiembre. Previamente, la demócrata viajaba a los eventos de campaña en su propia aeronave.
La diferencia entre el largo de los aviones es notoria: mientras la nave del magnate mide 47 metros, el «Hill Force One» (llamado así en broma por el presidencial Air Force One) alcanza los 39 metros, desde la nariz hasta la cola.
