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Misión cumplida: debate republicano termina sin novedades

Misión cumplida: debate republicano termina sin novedades
Misión cumplida: debate republicano termina sin novedades

WASHINGTON (AP).- Con ayuda de unas preguntas poco enérgicas, los aspirantes a la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos ejecutaron sus estrategias sin mucha resistencia en el debate del martes en horario de máxima audiencia.

Marco Rubio salió ileso. Ben Carson defendió su legitimidad. Donald Trump mostró su dominante personalidad. Y Jeb Bush evitó el desastre. Misión cumplida.

Pero la ausencia de momentos decisivos —buenos o malos— mantiene las posiciones en la rebelde campaña a las primarias republicanas, mientras se acaba el tiempo para hacer que los votantes cambien de opinión antes de las fiestas de fin de año.

La situación no es tan buena para Bush, otrora favorito de la corriente tradicional del partido y que ahora lucha por mantener su carrera política.

El exgobernador de Florida logró salvarse para luchar otro día tras el programa del martes. Pero en ocasiones se vio superado por otro ejecutivo pragmático, el gobernador de Ohio John Kasich, que acaparó las oportunidades de Bush y dio a sus nerviosos partidarios otro motivo para cuestionar el intento de Bush de recuperar terreno centrándose en New Hampshire.

Los mejores momentos de Bush llegaron al principio de la noche, cuando mostró un lado más combativo con los moderadores, que lo ignoraron durante los primeros 15 minutos.

«Ya has hecho dos comentarios, John», dijo Bush a Kasich, que desafía a Bush en New Hampshire. «Es mi turno».

Pero Bush no destacó en un debate con sólo ocho candidatos en el escenario principal, dos menos que en el último debate. Fue el que respondió menos preguntas y tuvo menos tiempo en antena que cualquiera excepto Rand Paul, según un recuento de AP.

En sus limitadas intervenciones, Bush criticó de forma agresiva la gestión económica de los demócratas.

Pero si a Bush le fue bien el martes, a Rubio le fue mejor.

Bush y el resto de los candidatos ignoraron por completo las cuestiones planteadas esta semana sobre el uso que hizo Rubio de una tarjeta de crédito del partido republicano de Florida durante su periodo en la cámara del estado. La campaña de Rubio había publicado los informes de gastos de dos años apenas unos días antes.

Y ninguno de los candidatos o moderadores se dirigió a Rubio cuando la conversación tocó temas de inmigración, considerados como una debilidad clave del aspirante entre los conservadores que se oponen al plan de Rubio de dar a los migrantes que ya están en el país sin permiso de residencia una vía de obtener la ciudadanía.

En cambio, Rubio pudo presentar su visión de una defensa nacional fuerte y describir su conmovedora historia personal, temas habituales de su campaña y que pudo ofrecer sin interrupción en un programa televisado a nivel nacional.

Justo después del debate se supo que Rubio había fichado a un importante nuevo donante. El director de fondos de inversión de Nueva York Cliff Asness dijo a la campaña de Rubio que haría saber a otros donantes influyentes que respaldaba al senador de Florida.

La dinámica Rubio-Bush se mantuvo sin cambios, y otro tanto hizo la posición de Carson y Trump.

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