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Juez de Seattle ridiculizado por Trump es considerado conservador

El juez de Seattle ridiculizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Twitter tras bloquear su orden ejecutiva contra la inmigración es conocido por sus opiniones jurídicas conservadoras, por haber ayudado a niños desfavorecidos incluyendo la acogida de seis de ellos, y por haber declarado «las vidas de los negros importan» durante una vista sobre una reforma de la policía en 2015.

El juez James L. Robart, de 69 años, fue nombrado para el cargo por el presidente George W. Bush en 2004 tras una destacada carrera de 30 años en la abogacía privada, durante la que fue elegido para el American College of Trial Lawyers, un honor reservado a menos del 1% de los letrados del país.

Robart pronunció el fallo de más alto perfil de su carrera judicial el viernes al invalidar temporalmente el veto de Trump a la entrada al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana — Siria, Irak, Irán, Yemen, Libia, Somalia y Sudán. El estado de Washington, con el apoyo de Minnesota y grandes corporaciones como Microsoft, Amazon y Expedia, había presentado una demanda para bloquear el decreto presidencial alegando que se trata de una medida inconstitucional y que dañaría a sus residentes. Robart determinó que el estado tenía razón.

La decisión no cayó bien al presiente, que en Twitter calificó a Robart de «presunto juez» y calificó su fallo de «ridículo«. Más tarde, Trump aseguró de manera errónea que la decisión supone que «cualquiera, incluso con malas intenciones, puede entrar a Estados Unidos«.

Es poco probable que estos comentarios incluyan en Robart, dicen quienes lo conocen.

«Jim sonreirá con sarcasmo, quizás se ajustará un poco su pajarita y volverá a sus asuntos«, señaló el exfiscal de Seattle John McKay, quien trabajó con Robart durante una década en el despacho de abogados Lane Powell Spears Lubersky. «Es un juez muy prudente y es conservador en el sentido de observa la ley e intenta determinar lo que es, no lo que él quiere. Es conservador en su revisión de la ley, pero valiente en su aplicación«.

Otra exfiscal de Seattle, Jenny Durkan, dijo de Robart: «Ganamos algunos (casos) con él y perdimos algunos, pero sabíamos que cada vez que entrabamos a su sala era mejor estar preparados«.

Esto se hizo evidente el viernes, cuando Robart sorprendió a una abogada del Departamento de Justicia, Michelle Bennett, preguntándole por el número de ciudadanos de las siete naciones señaladas en la orden ejecutiva arrestados por tramas en Estados Unidos desde el 11-S. Bennett dijo que lo desconocía.

«La respuesta a eso es cero«, señaló Robart. «Ustedes están argumentando en favor de alguien que dice que tenemos que proteger a Estados Unidos de esas personas que vienen de estos países, pero no hay base para ello«.

Su tarea es determinar si la orden del presidente estaba «basada en hechos, en contraposición a la ficción«, agregó.

Robart, graduado en la Georgetown Law School, es un experto en casos de patentes y propiedad intelectual. Se le considera un juez duro en sentencias de casos penales, especialmente en aquellos que implican a acusados relacionados con la administración, y supervisó las reformas acometidas en la policía de Seattle desde 2012, cuando se acordó introducir cambios en respuesta a las conclusiones del Departamento de Justicia de que sus agentes eran demasiado rápidos en el uso de la fuerza, especialmente en situaciones de bajo perfil.

Robart celebraba una vista en relación a ese caso en el verano de 2015 — un momento alta tensión por la violencia cometida por y contra agentes de la policía en todo el país — cuando sorprendió a la sala adoptando el mantra de los manifestantes: «Las vidas de los negros importan«.

Más contenido por Redacción

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