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Interrogantes que deja el «supermartes»

El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton salieron de la agotadora jornada del «supermartes» con clara ventaja en sus aspiraciones presidenciales.

Sin embargo, los resultados dejan lecciones y plantean interrogantes.

¿Tiene Trump la nominación garantizada?

No todavía. Pero es «casi inevitable», dijo Dante Scala, politólogo de la Universidad de New Hampshire.

El empresario domina la carrera por los delegados necesarios para la nominación del partido Republicano.

Hasta ahora el 30 por ciento de los delegados ha sido atribuida, de acuerdo al sistema proporcional que utiliza el partido.

A partir del 15 de marzo, el vencedor de la mayoría de las primarias se llevará la totalidad de los delegados. Al fin del mes, habrá sido atribuido el 62 por ciento de los delegados. Pero el tiempo corre, y será difícil para sus adversarios capturarlo.

Si Trump consigue mil 237 delegados (de un total de 2 mil 472), la partida estará definida y el empresario será nominado candidato formal del partido Republicano a las elecciones.

Si ninguno de los candidatos alcanza esa mayoría al fin de las primarias en junio, la investidura será determinada en la convención a ser realizada en Cleveland, en Julio. Los delegados primero votarán por sus candidatos, sin elegir un ganador, para realizar nuevas rondas sin compromiso de apoyar a su candidato inicial.

Marco Rubio pierde impulso

Mayor esperanza del liderazgo del partido demócrata se desinfló este martes: el senador de Florida terminó en segundo o tercer lugar en la mayoría de las primarias, y logró una victoria en Minnesota.

Tuvo un momento de crecimiento al humillar a Trump en un debate usando una retórica similar, pero el efecto se agotó.

Rubio promete continuar la carrera y busca una victoria en su estado, Florida, el 15 de marzo, pero el argumento de que es el único capaz de mantener unido al partido parece haberse hundido.

En tanto, el ultraconservador Ted Cruz, senador por Texas y enemigo jurado de la dirección del partido, no cesa de crecer.

En estas primarias ha derrotado a Trump en Iowa, Texas y Oklahoma, y se permitió pedir a Rubio que abandone la contienda.

¿Puede el partido aún contener a Trump?

Funcionarios, dirigentes y personalidades del partido Republicano han amenazado no permitirse nunca apoyar a Trump y hasta con votar por Hillary Clinton, al tiempo que otros mencionan la perspectiva de un candidato conservador como tercera vía. Pero la amenaza nunca se confirma.

«Muchos terminarán por apoyarlo», dijo Christopher Arterton, profesor de la Universidad George Washington.

Un analista conservador, Frank Luntz, estimó que es peligroso impulsar una guerra interna en el partido, ya que podría hundir a los propios dirigentes políticos.

Hillary Clinton en clara ventaja

«Al fin de esta noche, habremos ganado centenas de delegados», dijo el senador Bernie Sanders a sus seguidores, para recordarles seguidamente que después de este «supermartes» aún habrá elecciones en otros 35 estados.

Sin embargo, el mensaje del senador sobre la desigualdad económica y contra la complicidad entre la clase política y el poder económico encuentra apenas un eco débil entre las minorías que forman en bloque central del electorado demócrata.

Más de 80 por ciento de los negros votaron por Clinton en los estados del Sur, de acuerdo con sondeos a boca de urna. En Texas, ella tuvo el apoyo de dos tercios del electorado hispano.

En total, hasta ahora Clinton se impuso en 11 de las 16 primarias realizadas y encabeza con comodidad en número de delegados.

Al contrario que entre los republicanos, entre los demócratas los delegados con distribuidos de acuerdo a una estricta proporcionalidad. La dinámica actual está del lado de la campaña de Clinton.

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