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80 niños se rapan la cabeza para apoyar a una compañera enferma de cáncer

80 niños se rapan la cabeza para apoyar a una compañera enferma de cáncer

Marlee Pack está luchando la batalla de su vida. Pero no está sola. Esta niña de 9 años fue diagnosticada hace dos años de un rabdomiosarcoma alveolar, es un tumor maligno de tejido blando que suele aparecer en las extremidades.  Tras pasar meses en el hospital recibiendo un tratamiento muy agresivo con el que ha perdido la cabellera, regresó a su escuela el mes pasado. Y en el colegio Meridian Elementary School de Broomfield (Colorado, Estados Unidos), se encontró con una maravillosa sorpresa: 80 de sus compañeros habían decidido raparse la cabeza para apoyarla.

La idea nació de su mejor amiga, una niña llamada Cameron McLaughlin. Cuando se enteró que a Marlee se le había caído todo el pelo, se ofreció a cortarse la coleta y darle su melena como donación. Pero rápidamente vio que eso no era suficiente: quería raparse la cabeza para que no se sintiera diferente.

“Cuando Cameron le dijo a Marlee que estaba pensando en raparse, Marlee sonrió muchísimo y dijo ‘podemos ser las mejores amigas peladas’”, recuerda Cheray McLaughlin, madre de Cameron, en declaraciones concedidas a today.com.

Pero la idea de Cameron no se quedó solo en ella. Cuando otros niños conocieron la iniciativa, decidieron seguir sus pasos. Y la dirección del centro escolar, al enterarse de lo que se estaba cociendo en los pasillos, decidió ayudar organizando un evento para que cualquiera que quisiera sumarse a este acto solidario lo hiciera.

Así nació el festival “Be Bold, Be Brave, Go Bald,” (Sé audaz, sé valiente, rápate), en el que 80 niños, tres profesoras, todos el equipo directivo e incluso la madre de un alumno se raparon el pelo al cero. Y todo el trabajo fue realizado por 8 peluqueras que donaron su trabajo a la causa.

Todo el pelo que se cortó ese día fue donado a la St. Baldrick’s Foundation, una organización si n ánimo de lucro que capta fondos para la investigación del cáncer infantil, y que convierte los cabellos en dinero: por cada cabellera cortada, aporta fondos. En el caso de la escuela de Colorado, la cifra obtenida ha sido de 25.000 dólares (22.000 euros).

Erin Dupper, profesora de Marlee asegura que los niños que se sumaron a la iniciativa lo hicieron porque “no querían ver a Marlee triste o contrariada. Querían verla contenta y con valor, por eso se tomaron todo como si fuera una celebración”.

¿Y qué opina la protagonista de todo lo sucedido? “No pensé que tanta gente se fuera a rapar la cabeza, me siento fenomenal por volver al cole y no ser la única sin pelo”, asegura Marlee. Su madre va un paso más allá: “Ella ha pasado por mucho en el último año. Este acto la ha hecho ser más positiva y extrovertida. Tiene más seguridad en sí misma y está feliz”.

Con información de WTB

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