CARACAS, Venezuela (AP) — Un grupo de senadores brasileños integrado por el líder opositor y excandidato presidencial Aécio Neves arribó el jueves al país para reunirse con opositores encarcelados y sus familiares, pero no pudieron cumplir con su agenda debido a fuertes congestionamientos en las vías de acceso a la capital venezolana, lo que los obligó a retornar a Brasil.
La exdiputada venezolana María Corina Machado, que integró parte del grupo de opositores que recibió a los brasileños en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, dijo a The Associated Press que Neves y otros senadores debieron retornar a la terminal aérea, poco después de salir, debido a fuertes congestionamientos de vehículos en las dos únicas vías de acceso a la capital venezolana, generados por una protesta y servicios de mantenimiento que se estaban haciendo en unos túneles.
Machado relató que mientras esperaban, en medio de una larga fila de vehículos, el autobús en el que se trasladaban los congresistas y sus acompañantes fue rodeado por varias decenas de personas, supuestos simpatizantes del gobierno, que comenzaron a gritar improperios y golpearon con fuerza la unidad por varios minutos sin generar mayores daños. Varios policías nacionales asumieron la seguridad del transporte.
Posteriormente, los senadores hicieron durante la tarde un segundo intento de subir a la capital, pero debido al fuerte congestionamiento de vehículos decidieron regresar al aeropuerto para volver a Brasil.
«No nos dieron garantías mínimas de seguridad y acceso a los destinos previamente agendados», dijo Neves a la emisora local Unión Radio.
El senador señaló a la prensa, poco antes de volver a su país, que el presidente del Congreso de Brasil se comunicó con la presidenta Dilma Rousseff para informarle sobre la situación, y agregó que exigirán a la mandataria «una posición extremamente fuerte en relación a sus relaciones con el gobierno venezolano».
«Estamos acá para manifestar nuestra preocupación y garantizar que la democracia prevalezca en toda esta región. Infelizmente somos impedidos, somos agredidos», acotó.
El presidente del Senado de Brasil, Renán Calheiros, consideró el incidente como «un ataque al poder legislativo» de Brasil y dijo que van a exigir una «reacción fuerte» del gobierno brasileño.
«Las democracias verdaderas no admiten convivir con manifestaciones incivilizadas y medievales», agregó.
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó una moción de condena a los actos de protesta en contra de la delegación brasileña.
La cancillería brasileña emitió un comunicado por la noche en el que catalogó como «inaceptables» los actos hostiles contra los miembros del Senado de su país y prometió buscar una explicación por parte del gobierno venezolano.
«El gobierno brasileño lamenta los incidentes que afectaron la visita a Venezuela de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y perjudicaron la agenda programada en aquel país. Actos hostiles de manifestantes contra parlamentarios brasileños son inaceptables», dijo la cancillería brasileña en el escrito.
«A la luz de las tradicionales relaciones de amistad entre los dos países, el gobierno brasileño le pedirá al gobierno de Venezuela, a través de la vía diplomática, explicaciones sobre lo sucedido», agregó.
El comunicado solo mencionó que el vehículo en el que se trasladaban los senadores y otro en que viajaba el embajador de Brasil en Caracas «quedaron varados en la carretera debido a la gran congestión causada por el traslado a Caracas, en esos mismos momentos, de un ciudadano venezolano extraditado por el gobierno colombiano».
El diputado oficialista venezolano Saúl Ortega descartó que la situación que enfrentaron los brasileños pueda afectar las estrechas relaciones entre Caracas y Brasilia, y dijo a la emisora local Unión Radio que «esos (los senadores) son militantes partidistas. No representan ni al Estado ni al gobierno de Brasil. Ellos vienen a motu propio invitados por Leopoldo López a una campaña contra Venezuela».
La visita de la delegación brasileña se registró pocos días después de la visita del expresidente español Felipe González para apoyar a los opositores encarcelados y que generó fuertes críticas de parte de Maduro, que denunció la existencia de un eje internacional que busca legitimar una «guerra» contra Venezuela.
Los senadores brasileños tenían previsto visitar este jueves en la cárcel a los dirigentes encarcelados Leopoldo López y Daniel Ceballos y reunirse con el alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, quien está bajo arresto domiciliario en su residencia tras ser operado a fines de abril. También habían programado reunirse con miembros de la coalición opositora.
López, quien está en huelga de hambre desde fines de mayo, permanece recluido desde hace 19 meses en la cárcel militar de Ramo Verde acusado de promover hechos violentos en la capital, mientras que Ceballos está en una de las sedes capitalinas de la policía política.
Ceballos fue detenido en marzo de 2014 y enfrenta un proceso por el delito de rebelión por su supuesta vinculación con las violentas protestas que se registraron en la época en la ciudad suroccidental de San Cristóbal, de la que era alcalde.
Ledezma fue apresado cuatro meses atrás y está a la espera de un juicio por una presunta conspiración contra el gobierno.
