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Grafitero cubano preso por una exhibición artística que no llegó a realizar

Danilo Maldonado mide 1,97 metros y pesa sólo 60 kilos tras 21 días de huelga de hambre. Tiene 32 años y lleva los últimos 9 meses detenido en una cárcel cubana acusado de desacato por una exhibición artística que nunca llegó a realizar.

Conocido como «El Sexto», Maldonado fue detenido el pasado 25 de diciembre cuando se disponía a soltar a dos cerdos con los nombres de Raúl y Fidel en una plaza de La Habana, en una performance inspirada en «Rebelión en la Granja» de George Orwell.

«No va a abandonar la huelga hasta que no lo liberen», le dice su madre, María Victoria Machado, a BBC Mundo desde la casa de su familia en Arroyo Arenas, a las afueras de La Habana.

Según Machado, al cumplir 21 días en huelga de hambre en la pisión de Valle Grande, su hijo está desmejorado físicamente pero «con el ánimo arriba y la autoestima muy por encima».

«Esperé demasiado»

«Esta quizás sea mi última carta desde aquí en la celda de castigo y si sobrevivo escucharán más de mis labios. Por eso quiero decirles a todos que esperé demasiado para este momento«, escribió el propio Maldonado el 16 de septiembre desde la cárcel en una carta en la que anunciaba su decisión de poner en marcha la medida de presión por la que sólo bebe agua y no ingiere alimentos.

«Los cubanos hemos esperado demasiado para expulsar a estos bribones», añade en la misiva publicada en su web, en la que relata estar en una celda con poca luz, vestido solo con calzones porque no quiere ponerse el uniforme de preso y donde le dan un colchón por «5 ó 6 horas» al día.

El Sexto dice estar con «la fe, la determinación y la autoestima por las nubes» por haber decidido emprender la huelga de hambre y asegura estar dispuesto a entregar su «vida cien veces si fuera necesario».

«Si muero, moriré feliz de llevarme un rasguño de mi tiempo como (la que fuera la líder de las Damas de Blanco) Laura Pollán o (el líder disidente) Oswaldo Payá, que dejaron huella de su existir, de su generación, de su responsabilidad de dejar tras sí un legado a los suyos, una enseñanza: la de amar lo que se hace y dedicar su vida a ello».

Pero cuando cumple tres semanas de huelga de hambre, la familia de El Sexto dice estar preocupada por su salud.

Una performance que no llegó a ocurrir

«Tenemos miedo», dice María Victoria Machado, que no duda en señalar quién sería el culpable si algo le pasa a su hijo.

«Eso va a ser un asesinato de la policía política cubana y de la seguridad del Estado», apunta.

La mujer lamenta que a su hijo lo detuvieron por una suposición y denuncia que nueve meses después de que eso ocurriera no lo han sometido a un juicio.

El arresto se produjo, según relata Machado, cuando el artista iba en su vehículo con los dos cerdos en el maletero para llevar a cabo la exhibición artística.

El propio grafitero confesó en una conversación con la artista cubana Tania Bruguera que el objetivo de la obra era «darle alimento al pueblo sencillamente».

Acusado de desacato

«Estos dos cerdos uno era Fidel y otro Raúl. Iban a estar engrasados, pintados de verde. 70 libras, listos para asar», contó El Sexto al señalar que la matanza de los puercos encebados es una tradición común en muchas zonas de Cuba en Navidad.

El gobierno cubano no suele pronunciarse sobre detenciones específicas, pero se sabe que el artista está acusado de desacato, un delito para el que el código penal cubano contempla penas de entre uno y tres años cuando tiene que ver con el presidente.

Pero en su entrevista con Bruguera, El Sexto rechazó esa acusación.

«Yo digo que es una obra de arte. Me están acusando de faltarle el respeto a los máximos líderes de la revolución», reconoce el artista. Pero apunta que en ningún momento nombró a los animales con el apellido del actual presidente, Raúl Castro, ni el de su hermano, el expresidente y líder de la revolución cubana, Fidel Castro.

«Al ellos hacerme el proceso, ellos son los que están viendo como unos puercos a sus gobernantes. Yo siempre les puse a los puercos Fidel y Raúl», sostuvo en una entrevista en la que denunció que en su país hay «censura».

Esta no es la primera vez que El Sexto tiene problemas con la justicia.

El artista había sido detenido temporalmente varias veces en los últimos años y además le habían registrado el domicilio en varias ocasiones en las que le habían decomisado algunas obras y materiales.

Y así se lo contó en febrero de 2014 a BBC Mundo con motivo de un inédito viaje de estudios a Miami con otro grupo de jóvenes cubanos.

«Tú no estás haciendo nada malo, tú no estás matando a nadie: tú tienes un promo exprés (un bote de pintura) en la mano y tú estás pintando algo que se va a quedar por los siglos de los siglos o va a desaparecer mañana como una pintura. Es solo una pintura, no puede estar mal lo que estoy haciendo», le dijo entonces a BBC Mundo.

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