Pero Rodríguez fue más allá y le reclamó al presidente que la conocida activista de DDHH en la Argentina, Hebe de Bonafini, «fuera imputada por llamar a manifestaciones contra su Gobierno». «Tenemos que hablar de DDHH sin doble estándar ni doble moral. No podemos hablar de DDHH para defender a los violentos causantes de acciones de naturaleza terrorista ni para criminalizar las protestas sociales», subrayó.
«Hemos propuesto el acceso a la educación, salud, vivienda, alimentación y libertad de expresión de nuestros pueblos –no de las corporaciones- como derechos humanos», aseveró.
«Venezuela es hoy modelo en el mundo», añadió al criticar la «manipulación financiera en la conformación del precio del petróleo para satisfacer intereses geopolíticos». El país caribeño viene sufriendo la caída del valor del crudo desde que en 2014 descendió a menos de la mitad.
La funcionaria chavista admitió la magra situación en la que se encuentra su país, aunque aseguró que no cambiarán de receta económica. «Dos modelos están presentes acá. Y esta situación económica no podemos usarla para salir a correr a los brazos del neoliberalismo», sostuvo.