El presidente , Luis Abinader, está redoblando su decisión de sellar la frontera con Haití prohibiendo el acceso a los haitianos indefinidamente en represalia por los agricultores haitianos que construyeron un canal en el río Masacre. Sin embargo, es importante considerar que esta decisión puede tener motivaciones políticas, ya que el mandatario se encuentra en busca de la reelección presidencial, según el diario Sun Sentinel.
El escrito del periodista Milosténe Castin destaca que recientemente, tras ceder a las presiones económicas internas, Abinader permitió la reanudación del comercio, que es esencial para la economía dominicana. Pero en Haití, el bloqueo tiene consecuencias más graves, pues el país enfrenta una situación política y social complicada, con la violencia de pandillas en aumento y un liderazgo que parece insuficiente.
Afirmá además que la historia de Haití y la intervención internacional no ha sido sencilla. Las pasadas misiones de la ONU entre 2004 y 2017 tuvieron sus propias controversias. Lo que Haití realmente necesita es apoyo en áreas clave como educación, salud, medio ambiente y seguridad.
La cuestión del agua está profundamente arraigada en la historia. En la llanura de Maribaroux, las aguas del río Masacre tienen el potencial de revitalizar tierras afectadas por la sequía. Este río, con un pasado manchado por conflictos, podría ser una fuente de vida para miles de haitianos.
Construcción del canal
La construcción del canal es un tema de discusión desde 2013. Tras varios obstáculos y un acuerdo en 2021, la muerte del presidente Jovenel Moisë dejó el proyecto en pausa. La respuesta de los agricultores fue iniciar la construcción por sí mismos, logrando una movilización nacional en apoyo al proyecto.
Abinader, en una reciente declaración, subrayó las complejidades de la situación haitiana y la falta de un gobierno estable con el cual comunicarse. Es cierto que Haití vive un vacío de poder. La actual administración no la eligieron democráticamente, lo que complica la intervención internacional.
El núcleo del conflicto radica en la necesidad básica del agua para los haitianos. A pesar de las medidas tomadas por Abinader, los haitianos están determinados a seguir adelante, buscando maneras de compartir este recurso vital equitativamente. Es una lucha por la supervivencia y la dignidad, y un recordatorio de que el agua, en su esencia, es un derecho humano fundamental.
