Aprender a comer sano y alimentarte con conciencia te ayuda a estar más sana y feliz.
Una dieta balanceada también incluye aceites, como los de oliva y coco. Estos se han convertido en aliados para el buen comer, además de cómplices en temas de belleza.
A continuación te contamos sus beneficios:
El aceite de coco
- Se utiliza para cocinar y freír a altas temperaturas [hasta 200 °C] sin perder sus propiedades. Innova en tus recetas, jugos y repostería gracias a él.
- Nutre y regenera el organismo. Funciona también como combustible para acelerar tu metabolismo. Contiene ácido láurico, un potente germicida, bactericida, fungicida y antiviral. Muchos también lo usan como dentífrico y blanqueador dental.
- Se utiliza para quitar el maquillaje y limpiar la piel. En el cabello se puede usar como humectante, antifrizz y mascarilla
- El aceite de coco es sostenible con el ambiente y las personas. Su extracción es semiindustrial: el coco se abre, ralla, seca y prensa en frío.
- No es refinado. A diferencia de otros aceites naturales, el de coco no es sometido a procesos de exposición a altas temperaturas, químicos y solventes tóxicos.
El aceite de oliva
- Es muy apreciado en la cocina por su sabor y aroma. Consúmelo en ensaladas y a menos de 180 °C de temperatura porque pierde su composición y propiedades.
- Se emplea en las conservas de pescados, mariscos, verduras, carnes y quesos. En casa, puedes hacer aceites aromatizados con albahaca, romero, ajo, etc.
- Retarda el envejecimiento, protege contra la pérdida de memoria, previene la hipertensión arterial, reduce la acidez gástrica, estimula el tránsito intestinal, etc. Por ser rico en omegas 3, 6 y 9 es recomendado para personas con problemas cardíacos.
- Disminuye principalmente el riesgo de cáncer de mama, endometrio, colon y de piel. Participa en la actividad estrogénica y antiestrogénica y evita la multiplicación celular.
- Se puede utilizar para darte un masaje, hacer jabones y emplastes aromáticos, quitar el maquillaje y prevenir arrugas en la piel.