El corazón es como un motor que nunca se detiene, operando sin descanso durante los 365 días del año y latiendo unas cien mil veces diarias. Este motor pone a navegar en todo el cuerpo nutrientes y sangre rica en oxígeno. Por lo tanto, es imperativo mantener el corazón en forma para disfrutar de una vida plena y activa.
Hay diversas rutinas que pueden incorporarse en el estilo de vida, con el fin de salvaguardar este órgano vital y fortalecer nuestra salud cardiovascular:
1. Lleva una dieta balanceada
La nutrición desempeña un rol fundamental en la promoción de una salud cardíaca óptima. De acuerdo a publicaciones del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos (NIHLBI, por sus siglas en inglés), una dieta equilibrada puede reducir el riesgo de enfermedades en un 80 %.
¿Qué incluye una dieta equilibrada? Frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, además de incorporar grasas saludables como las que se encuentran en los frutos secos y en el aceite de oliva. Al mismo tiempo, es importante limitar la ingesta de alimentos procesados, azúcares refinados y reducir el consumo de sal.
También debes prestar atención al tamaño de las porciones, ya que el exceso de calorías puede ser perjudicial para tu salud. Asegúrate de servirte porciones adecuadas que satisfagan tus necesidades nutricionales.
2. Haz ejercicio regularmente
El ejercicio es una de las mejores maneras el corazón en forma, ya que mejora la circulación sanguínea, fortalece el músculo cardíaco y ayuda a mantener un peso saludable.
Intenta realizar una rutina de actividad física de al menos 150 minutos a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
3. Dile adiós al tabaco
El tabaquismo es un importante factor de riesgo para enfermedades cardíacas. Si eres fumador, buscar ayuda para dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que puedes tomar para cuidar tu corazón.
El Centro de Intervenciones Cardiovasculares, Cenicardio, alerta que “fumar aumenta significativamente el riesgo de desarrollar padecimientos del corazón, como la enfermedad arterial coronaria, que incluye angina de pecho, ataques cardíacos y enfermedad de las arterias periféricas”.
Entre otros aspectos negativos. El centro especializado señala que “el tabaquismo también contribuye al desarrollo de aterosclerosis, que es la acumulación de placa en las arterias que puede obstruir el flujo sanguíneo y provocar graves problemas cardiovasculares”.
4. Maneja el estrés
Las situaciones de estrés suelen orquestar cambios en el cuerpo y constituyen uno de los determinantes de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV), afirma la Organización Mundial de la Salud.
Investigaciones científicas sugieren que la activación repetida de la respuesta al estrés deja sus huellas en el cuerpo. Según la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), el estrés crónico puede tener efectos perjudiciales a largo plazo en la salud cardiovascular, aumentando el riesgo de accidentes cerebrovasculares, hipertensión y ataques cardíacos.
Practicar técnicas de manejo del estrés. Como hacer actividades físicas, ejercicios de respiración profunda o yoga, puede ayudar a reducir la presión arterial y promover la relajación.
6. Controla la hipertensión arterial y el colesterol
La hipertensión arterial, comúnmente conocida como presión arterial alta, es un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo.
¿Cuándo mi presión arterial está alta? Los síntomas pueden variar y en otros casos puede no presentar ningún signo, por lo que también se le conoce como un padecimiento silente. Cifras de la OMS indican que el 46 % de los adultos hipertensos desconocen que sufren de esta afección.
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Por otro lado, desarrollar niveles altos de colesterol puede aumentar los riesgos de enfermedades cardíacas. De acuerdo a la Clínica Mayo, el colesterol alto puede tener un componente hereditario, aunque su origen es más frecuente para la adopción de un estilo de vida poco saludable.
Hacerse chequeos regulares para medir la presión arterial y el colesterol es esencial. Si se encuentran elevados, trabaja con tu médico para controlarlos mediante cambios en la dieta, el ejercicio y, en algunos casos, medicamentos recetados.
7. Duerme las horas necesarias
El sueño es crucial para la salud cardiovascular. Cuando duermes las horas necesarias estás ayudando a mantener en forma al corazón.
La falta de sueño puede aumentar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los resultados de un estudio publicado por la European Journal of Preventive Cardiology indican que dormir un mínimo de siete horas al día, entre otros hábitos saludables, reducen hasta un 65 % el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Intenta dormir de 7-8 horas por noche y darle a tu cuerpo el descanso que necesita.
Mantener el corazón en forma es un compromiso a largo plazo con tu bienestar. Al adoptar estas siete estrategias en tu estilo de vida diario, estarás fortaleciendo tu salud cardiovascular. ¿Estás preparado para comenzar una vida más saludable? Tu corazón te lo agradecerá.
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Contenido redactado por el equipo de Branded Content de CDN para Centro de Intervenciones Cardiovasculares, Cenicardio.
