Estilos de vida

El Ken humano brasileño que murió ya tiene sucesor… también brasileño

Cuando ni siquiera se ha enfriado el lugar dejado por Santebañes, quien perdió su vida el 4 de junio pasado por una leucemia que le detectaron al tratarle una infecciones que se le generaron por una de sus tantas cirugías plásticas, ya hay un sucesor que luce su corona. Y como si esto fuera poco, también es brasileño.

Se trata de Mauricio Galdi, de 27 años y a quien ya invitaban a los distintos eventos como la representación humana del novio de Barbie cuando Santebañes estaba gravemente enfermo.

EL ken humano

Sin embargo, Galdi asegura que «el único Ken humano brasileño es Celso» y revela que estuvo varias horas en estado de «shock» cuando se enteró de la muerte de su antecesor, a quien había conocido en persona pocos días antes cuando se reconciliaron luego de una triste polémica entre ambos.

Esta última se produjo hace aproximadamente un mes, cuando Galdi publicó en su cuenta de Instagram una fotografía con un cartel que decía su nombre y lo calificaba como «Ken humano». Algo por lo cual Santebañes, que ya se encontraba muy mal de salud, reaccionó con vehemencia.

«Cállate la boca, asqueroso, no tienes ni un poco de respeto, sé que hiciste esa publicación para ofenderme», afirmó Celso en aquel momento. Esto además de amenazarlo con iniciarle una causa judicial y compararse con Michael Jackson: «Nunca habrá dos iguales».

«Es muy feo y falso. Se cree que por tener los ojos azules e ir maquillado ya es el nuevo Ken, pero es un oportunista», agregó Santebanes. Pero rápido de reflejos, Mauricio respondió publicando una encuesta del periódico Folha de Sao Paulo que mostraba que el público brasileño lo prefería a él como «Ken humano» por encima de Galdi y otros «colegas» como el estadounidense Justin Jedlica, que se operó 90 veces, o el checo Robert Paulat.

Reconciliación y muerte

No obstante, la fuerte disputa verbal concluyó en un estudio de televisión. Allí Celso, con su voz tenue y el cabello con parches como producto de la quimioterapia, le dijo a su competidor: «Me di cuenta que tienes un buen corazón». Tras esto, Mauricio respondió: «Te deseo lo mejor», según publica el periódico El Mundo.

Hijo de un distribuidor de películas y una ama de casa de un barrio de clase media de San Pablo, Galdi siempre envidió a las niñas de su escuela. «Las veía jugar con muñecas y yo también quería, pero nunca lo hice por miedo a los prejuicios», confesó el joven.

Hace una década, con apenas 17 años, ingresó en una conocida escuela de actores. «Allí me di cuenta de la perfección de chicos y chicas y quería ser como ellos», recuerda, y admite que él no se consideraba tan bello, por lo que inició una sufrida seguidilla de cirugías plásticas. Comenzó con una operación de nariz y además se infiltró polimetilmetacrilato (PMMA) en varias partes del cuerpo para rellenarlas y que quedaran más redondas y lisas.
«Yo nunca busqué ser el Ken humano brasileño. Fue algo que me llegó, la televisión me buscó para darme ese título», se defendió Mauricio frente a quienes lo acusan de haberse aprovechado de la enfermedad de Celso para quitarle su espacio. «Él fue el primero y siempre será el Ken humano brasileño, dejo ese título para él», concluyó asegurando.

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