Según los resultados de un informe realizado por la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, existe una lata contaminación térmica, del aire, el ruido y la vibración en el río Ozama, producto de las dos barcazas de generación eléctrica ubicadas sobre el afluente, lo que aseguran está afectando la salud de los moradores de la zona y el medio ambiente.