ESTADOS UNIDOS.-Arquitectos del colectivo juvenil mexicano Chopeke quisieron ‘destruir’ la frontera entre EE.UU. y México, y lo hicieron de una manera original: instalando unos balancines en medio de las barreras que separan ambos países.
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De esta forma, niños y adultos tanto de Nuevo México como de Ciudad Juárez pudieron confraternizar a través de lo que los autores llamaron «un acto de equilibrio». Según aseguran, lo que pasa en un lado de la línea divisoria tiene sus repercusiones en el otro.