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Jeurys Familia ha cumplido a carta cabal como cerrador en Mets

Nueva York. – Jeurys Familia se puso nervioso. Y no era el único que se sentía así. Al relevista de los Mets no le había ido bien en la pretemporada y tenía poca experiencia como taponero. Pero ahí estaba el diestro de 25 años de edad el 12 de abril en Atlanta, con la misión de conservar una ventaja de una carrera en el noveno inning.

«Esa primera vez, me emocioné un poco», manifestó el dominicano.

Ahora el manager de Nueva York, Terry Collins, está entusiasmado de contar con Familia como su cerrador. El diestro, quien mide seis pies y tres pulgadas y pesa 240 libras, ha sido el ancla del bullpen de los Mets durante semanas de chaos y es uno de los motivos por los que el equipo ha comenzado la campaña con foja de 11-3.

Las lesiones, una suspensión y otros contratiempos le han permitido a Familia – quien se perfilaba como encargado del séptimo inning al principio de los entrenamientos – verse empatado en el primer lugar de Grandes Ligas en salvamentos ahora mismo.

El domingo, Familia logró su sexto rescate en igual número de oportunidades al sellar el triunfo de los Mets por 7-6 sobre los Marlins.

Ese es el tipo de aportes que los Mets esperaban recibir del dominicano Jenrry Mejía, antes de que éste fuera suspendido por arrojar positivo a una prueba de dopaje. El diestro Vic Black se encuentra en la lista de lesionados. El zurdo Josh Edgin se sometió a una cirugía Tommy John en marzo. Otro zurdo, el recién adquirido Jerry Blevins, ayudó a los Mets en el noveno inning antes de fracturarse el antebrazo. Y Bobby Parnell aún se está recuperando de una cirugía Tommy John.

Por su parte, Familia ha limitado a los bateadores contrarios a promedio de .160 y ha ponchado a nueve bateadores en 7.2 innings de labor este año.

«Ha sido muy especial para nosotros», dijo Collins acerca de Familia. «Se trata de uno de esos muchachos que acoge todas las oportunidades que se le presentan».

El patrón parece repetirse todos los años en Grandes Ligas: Un cerrador establecido se lesiona o se marcha y un relevista desapercibido se ve obligado a tomar las riendas.

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