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Cancilleres del G7 se reúnen con Turquía y países árabes para hablar de Siria

Cancilleres del G7 se reúnen con Turquía y países árabes para hablar de Siria
Cancilleres del G7 se reúnen con Turquía y países árabes para hablar de Siria

La reunión comenzó hacia las 7H45 (5H45 GMT) en presencia de los ministros de Relaciones Exteriores del G7

Italia .-Los ministros de Exteriores del G7 iniciaron este martes el segundo día de su cumbre en Lucca, al norte de Italia, con una reunión dedicada a la guerra en Siria, a la cual fueron invitados Turquía y varios países árabes.

La posición del jefe de la diplomacia del país norteamericano será observada con lupa, un día después de las firmes declaraciones de su par de Defensa, James Mattis, y del portavoz de la Casa Blanca ante eventuales nuevos ataques con armas químicas de parte del gobierno sirio de Bashar al Asad.

El ataque estadounidense contra una base aérea siria en la noche del 6 al 7 de abril fue ordenado en respuesta a un ataque con armas químicas atribuido a Damasco, que provocó 87 muertos en el noroeste de Siria.

La reunión comenzó hacia las 7H45 (5H45 GMT) en presencia de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 (EEUU, Alemania, Japón, Reino Unido, Canadá, Francia e Italia) y de diplomáticos de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Jordania y Catar.

El ministro de Exteriores italiano, Angelino Alfano, explicó la víspera que la reunión busca medios con el fin de reactivar el proceso de negociación para una solución política en Siria y para alejar el espectro de una escalada militar.

Alfano conversó por teléfono con su homólogo iraní, a quien pidió que utilizara su influencia sobre el gobierno sirio para evitar nuevos ataques contra civiles.

El jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson, manifestó su deseo de que Tillerson se vaya de la reunión del G7 el martes con un «mensaje claro y coordinado» a Rusia, principal aliado de Bashar al Asad, para que deje de respaldar al «venenoso» presidente sirio.

«Asad es un veneno en todos los sentidos. Está envenenando a gente inocente en Siria con armas que fueron prohibidas hace 100 años, y está envenenando la reputación de Rusia», afirmó.

El lunes, Washington advirtió nuevamente al Gobierno sirio de no proceder a nuevos ataques con armas químicas y aseguró que había destruido el 20% de la aviación de Al Asad en su bombardeo de la semana anterior. «EEUU no permanecerá pasivo mientras Asad mata a inocentes con armas químicas», advirtió el general Mattis.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue aún más lejos al advertir de que el presidente Donald Trump podrá ordenar nuevos ataques como represalia si se verifica el uso de bombas de barril por parte de la tropas gubernamentales. «Si arrojas gas a un bebé o lanzas una bomba de barril contra gente inocente, habrá una respuesta de este presidente», aseguró el portavoz.

Se trata de la primera vez que la Casa Blanca hace referencia a las bombas de barril, un tipo de artefacto explosivo que arroja metralla sin dirección y suele provocar un gran número de víctimas.

Un alto funcionario de la Casa Blanca que se expresó a condición de anonimato corrigió luego el tiro, al sostener que «nada ha cambiado» en la posición oficial estadounidense, pero «como el presidente lo ha repetido reiteradas veces, no alertará previamente sobre sus respuestas militares».

Moscú y Teherán, otro aliado de Damasco, amenazaron a su vez a Washington con una «reacción firme» ante toda nueva «agresión a Siria».

Donald Trump conversó el lunes sobre Siria con las jefas de gobierno británico y alemán, Theresa May y Angela Merkel, durante conversaciones telefónicas separadas.

Ambas comunicaron su respaldo a la iniciativa militar estadounidense y «coincidieron con el presidente Trump sobre la importancia de hacerle rendir cuentas al presidente Bashar al Asad», según un comunicado de la Casa Blanca.

Tras su llegada en la noche del domingo a Italia, Rex Tillerson se reunió personalmente con sus pares británico y japonés y participó en una primera mesa redonda del G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) en la tarde del lunes.

Mientras los cancilleres celebraban el lunes sus reuniones en el elegante Palacio Ducal de Lucca, unos 200 militantes protestaban frente a las murallas de la ciudad contra la política de las grandes potencias.

«La guerra es de ustedes, los muertos son nuestros. Fuera los dueños del mundo», gritaban poco antes de romper el imponente cordón de seguridad desplegado.

En la mañana del lunes, varios ministros participaron en una ceremonia en recuerdo a las 560 personas asesinadas por soldados nazis en agosto de 1944 en Sant’Anna di Stazzema, una localidad cercana a Lucca.

«Nos comprometemos nuevamente para actuar de manera que todos aquellos que cometan crímenes contra inocentes en el mundo deban rendir cuentas», dijo Tillerson.

 

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