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Policía busca en todo Túnez cómplice de terrorista mató turistas

Túnez.- El estudiante que masacró a 39 turistas en la playa tunecina de Susa y el hotel Marhaba Imperial tuvo cómplices que lo apoyaron previamente, según informó hoy un funcionario del Ministerio del Interior. La policía estaba buscando en todo Túnez a más sospechosos después del ataque del viernes, el más mortífero de su tipo en el país.

El atacante fue identificado como Seifeddine Rezgui, un estudiante de posgrado de 23 años de la Universidad Kairouan de Túnez, donde vivía con los otros estudiantes. El grupo radical Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se atribuyó el atentado.

“Estamos seguros que otros ayudaron, pero no participaron”, señaló Aroui. “Participaron indirectamente”, insistió. Investigadores creen que los presuntos cómplices proporcionaron a Rezgui el rifle de asalto Kalashnikov y lo ayudaron a llegar al lugar de los hechos.

Las autoridades no han indicado aún un motivo para la masacre. Un funcionario de seguridad cercano a la investigación dijo que el estudiante frecuentó una mezquita “no oficial” en la ciudad santa tunecina de Kairouan durante los últimos dos años.

El funcionario señaló que un nadador encontró en el mar el teléfono celular del atacante. Se encontró en el aparato que el atacante habló con su padre justo antes de la balacera, agregó el funcionario, quien solicitó no ser identificado debido a que no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el caso.

El padre del atacante y tres compañeros de vivienda fueron detenidos y están siendo interrogados en la capital, dijo a la agencia de noticias Associated Press Mohamed Alí Aroui, vocero del Ministerio del Interior.

El presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi, pidió hoy al primer ministro Habib Essid que adopte las medidas excepcionales que considere oportunas para luchar contra el terrorismo, mientras las investigaciones sobre el atentado del viernes avanzan y la seguridad se extrema en todo el país.

Ciudades como Susa, escenario del ataque, pero también Hammamet, Monastir y localidades turísticas aledañas a la capital tunecina como Sidi Bou Said o Cartago, amanecieron hoy custodiadas por más patrullas de fuerzas especiales de la policía nacional que vigilaban las calles fuertemente armadas.

“Nuestro plan pretende desplegar un millar de policías armados para proteger hoteles y turistas”, explicó anoche a los periodistas el ministro tunecino de Interior, Nayam Al Gharzali. Sin embargo, la medida fue criticada por los expertos, ya que, en su opinión, deberían haberse impuesto mucho antes.

Algunos, como el abogado Nasser al Hadi, creen que si el gobierno hubiera escuchado a aquellos que advertían de la radicalización de ciertas mezquitas y de la necesidad de reformar, modernizar y dotar a los servicios de Seguridad y de Inteligencia, la situación sería muy distinta.

Ya en el atentado yihadista del 18 de marzo en el museo El Bardo de la capital, en el que murieron 22 turistas extranjeros, se criticó la escasa seguridad y la facilidad con la que actuaron los pistoleros.

En el caso del atentado del viernes en el hotel Marhaba Imperial de Susa con 38 víctimas mortales, los testigos aseguran que los servicios de seguridad tardaron casi 45 minutos en intervenir y abatir al “lobo solitario”, por lo que se ha vuelto a exigir una investigación.

Máxime, recuerdan los expertos, cuando el país estaba en estado de alerta ante la amenaza de que los atentados regresaran con el inicio del Ramadán, por lo que la Policía Nacional y el Ministerio de Interior “deberían dar explicaciones”.

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