Los esteroides son una versión sintética de la testosterona, una hormona producida por el cuerpo humano, que le da las características sexuales masculinas a los hombres y que hace que los músculos se desarrollen. Esta hormona artificial puede ser inyectada o consumida en forma de pastillas y suele ser utilizada por personas que quieren que sus músculos crezcan más rápido.
Durante la adolescencia, es normal que las personas dediquen mucho tiempo a las actividades físicas y al deporte, y junto con sus cambios hormonales típicos de esta edad, se sientan en la necesidad de desarrollar músculos con rapidez, por lo que deciden consumir esteroides, lo que puede dañar su salud.
Los esteroides tienen efectos secundarios que pueden producir cambios en el cerebro, aumentando el riesgo de desarrollar algunas enfermedades.
Algunas veces, los adolescentes que consumen esteroides anabólicos presentan mucho acné, mientras que las adolescentes pueden empezar a desarrollar rasgos masculinos, como vellos en la cara o cambios en su tono de voz. Otra consecuencia de los esteroides son los cambios de ánimo de manera brusca, incluyendo ataques de rabia.
Si un padre o una madre sospecha que su hijo o hija adolescente está consumiendo esteroides, debe hablar con él o ella sobre las consecuencias que éstas sustancias tienen para la salud. Es importante enseñarles que deben quererse a sí mismos tal como son y que deben cuidar su salud.
Fuente: Revista NutritivaH.