Europa.- Nada detiene la depreciación de la moneda única europea. El euro sigue camino de la paridad con el dólar. Al cierre de los mercados tras la sesión del miércoles, la divisa europea se pagaba a 1,0171 dólares y había llegado a tocar los 1,0162 dólares. Son niveles no vistos desde diciembre de 2002 que no evitan ni los malos datos económicos de Estados Unidos conocidos este miércoles.
Los temores a una conjunción de crisis en Europa son mayores. Los mercados temen el riesgo de recesión económica a finales de este año y que la crisis energética se agrave si, como muchos dirigentes advierten, el presidente ruso Vladimir Putin cierra definitivamente los grifos de los gasoductos que llevan el gas ruso a Europa.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, advirtió a primera hora de este miércoles en el Parlamento Europeo que ese corte de suministros puede ser inminente, aunque intentó tranquilizar diciendo que la Unión Europea tiene planes para hacerle frente.
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El Banco Central Europeo advirtió la semana pasada que de producirse, ese corte de gas metería al bloque de cabeza en la recesión. Los planes de la Comisión Europea, en caso de corte total del suministro, incluyen racionamientos energéticos.
Los planes
A pesar de todos esos datos y augurios, hubo buenas noticias. Se supo durante la mañana que el gobierno noruego había conseguido desactivar una huelga que hubiera suspendido el 60% de las exportaciones de gas.
El Reino Unido, los Países Bajos y Bélgica hubieran pagado el pato. Pero ni esas buenas noticias fueron suficiente para ayudar al euro a frenar la caída.
La depreciación la moneda europea no se da solo en referencia al dólar estadounidense. También pierde valor con respecto a la libra esterlina, que ayer avanzó más de medio punto para cambiarse a 85,46 peniques por euro a pesar de la crisis política desatada en el Reino Unido con la dimisión de varios ministros que buscaban forzar la salida del primer ministro Boris Johnson.
La depreciación del euro encarece las importaciones europeas, entre ellas las de gas y petróleo además de muchas materias primas. Eso agrava la inflación.
Los ganadores de esta caída del euro son las industrias manufactureras en las que Europa destaca y que le permiten mantener un superávit comercial con el resto del mundo, como aeronáutica, automotriz, químicos o productos de lujo.
Las tasas
Para controlar esa depreciación y a la vez la inflación, a riesgo de poner el último clavo de la caja de la recesión, el Banco Central Europeo tiene previsto empezar este mes las subidas de tasas, que nunca subieron en los últimos 11 años.
Si los anuncios previos no fallan, será una primera subida de 0,25 puntos. En la torre del euro en Frankfurt quieren ver la evolución económica de los próximos meses antes de aplicar más subidas, que no llegarían antes de septiembre.
Este miércoles, las principales bolsas europeas repuntaron este miércoles, excepto la de Madrid, con los inversores aprovechando para comprar a buen precio pese a que el ambiente en los mercados siga siendo sombrío.
La Bolsa de París cerró con una subida de 2,03%; la de Londres, de 1,17% y la de Fráncfort, de 1,56%.
La Bolsa de Milán también terminó la sesión al alza (+1,04%), mientras que el parqué madrileño fue el único que cerró en rojo (-0,14%).
Fuente: El Clarín
