Las imágenes de un pequeño que corría al lado del coche fúnebre de Muhammad Ali y arrojaba golpes provocó sonrisas entre los espectadores que asistieron al funeral de la leyenda del boxeo en Lousville, Kentucky.
El niño, que vestía una camiseta de Batman y pantalones cortos, se transformó en el centro de atención en la despedida Ali en su ciudad natal. El boxeador falleció a los 74 años en un hospital de Arizona, al que ingresó por problema respiratorios.
El coche fúnebre de Muhammad Ali recorrió 30 kilómetros y pasó por los sitios más emblemáticos en la vida del ex boxeador, que es despedido por su familia y amigos. Miles de visitantes podrán ver la urna con sus restos.