La primera fase del intercambiador de trasportes del World Trade Center de Nueva York quedó inaugurada.
La estación goza de un diseño muy distinto al de los rectos y cuadriculados rascacielos del distrito financiero en el sur de la isla de Manhattan.
Ha sido diseñada por el arquitecto y diseñador español Santiago Calatrava.
Los obreros que construyeron la estación.
Toda la infraestructura que conecta la estación terminó con un gasto de 4.000 millones de dólares.
Los pasajeros tomando fotografías de la imponente estructura.
Muchos ya lo han calificado como un escenario perfecto para selfies.
El arquitecto español Santiago Calatrava camina a través del nuevo centro de transportes del World Trade.
«Esta infraestructura es importante porque va a ser el áncora y el motor de desarrollo de todo el bajo Manhattan», dijo el arquitecto, que se confesó «orgulloso y satisfecho».
La bailarina Laura Rae Bernasconi.
La terminal fue construida alrededor del sitio donde se encontraban las torres gemelas, donde actualmente se ubica el memorial para las víctimas del atentado del 11 de setiembre del 2001.
El proyecto tardó 12 años en realizarse y eso lo convirtió en el más caro del mundo.
La terminal albergará un amplio centro comercial de casi 34.000 metros cuadrados, con negocios y restaurantes, que abrirán en agosto.
El sitio se inauguró sin ceremonia oficial y con la parte noreste clausurada.
Más adelante, la estación conectará los trenes suburbanos con destino a Nueva Jersey (PATH) con once líneas de metro.
El emblemático edificio de la estación tiene un salón de forma ovalada, llamado Oculus, que mide 111 metros de largo.
Está coronado por vigas que apuntan hacia el cielo, que evocan a una ave alzando sus alas para emprender el vuelo.
El proyecto, que se inició en el 2004, ha sido muy criticado por su estética, así como también por sus retrasos y costo.
Kevin Arner, de Brooklyn, salta delante la cámara