Adriana Arreaza señala que existe una gran cantidad de mano de obra en sectores de baja productividad
Adriana Arreaza, directora de Estudios Económicos del CAF-Banco de Desarrollo de Latinoamérica, escribió un interesante artículo sobre las barreras que limitan el crecimiento de la región. Además de la dependencia del exterior, lo cual puede ser positivo o negativo, dependiendo del tipo de choque que provenga del extranjero, existen factores domésticos que dificultan la expansión sostenida de América Latina.
De acuerdo a Arreaza, existe un círculo vicioso: las empresas productivas no se pueden expandir por la falta de recursos humanos y financieros. Y afirma que cuando las empresas productivas no pueden crecer, la oferta de buenos empleos no crece al ritmo que lo hace la demanda, forzando a los trabajadores buscar un refugio en la economía informal.
En el estudio del CAF titulado “Más habilidades para el trabajo y la vida: los aportes de la familia, la escuela, el entorno y el mundo laboral” se establece que pocos trabajadores de América Latina tienen la capacidad requerida en el mercado laboral. Esto limita la capacidad de generación de ingresos más allá del salario mínimo, elevándose la incidencia de la pobreza.
Adriana Arreaza señala que existe una gran cantidad de mano de obra en sectores de baja productividad. Un bajo nivel de capital per cápita es sinónimo de escaso uso de la tecnología. Y esto impide la innovación y el uso eficiente de los recursos que tiene y se crean en la sociedad.
Ella realiza varias recomendaciones para romper ese círculo vicioso, pero la más importante, la que yo más comparto, es la necesidad de mejorar las calificaciones de los trabajadores. Si se quiere que las condiciones de vida se eleven de manera sostenida la educación es la pieza clave.
