Ídolos, leyendas, glorias y ecos de una evocación histórica. Así debemos llamarle a los grandes peloteros cubanos desde las épocas de Adolfo Luque, José Méndez, Martín Dihigo y Orestes Miñoso, hasta las etapas de Tony Oliva, Luis Giraldo Casanova, Rey Anglada y Omar Linares.
Y al parecer, la pelota cubana pudiera en corto tiempo encaminar sus pasos rumbo a la tan necesaria modernidad.
Según varias fuentes, la MLB ya solicitó al gobierno de Estados Unidos el permiso oficial para firmar a peloteros en Cuba y existen posibilidades de que muy pronto reciban la autorización. El primero en reportarlo fue la Agencia de Noticias Reuters.
Dan Halem, vicepresidente y asesor legal de la MLB, indicó que se pidió la licencia a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC) en busca de promover un camino seguro para los peloteros cubanos y eliminar las redes ilegales de contrabando.
El embargo estadounidense prohíbe que la MLB llegue a un acuerdo comercial con el gobierno cubano, pero la OFAC podría emitir un permiso especial para ratificar un pacto.
La diplomacia beisbolera que el gobierno del presidente Barack Obama ha iniciado con Cuba puede ser el punto de partida para eliminar la crisis que sufre este deporte en dicha nación.
La semana pasada Cuba permitió que cuatro peloteros antillanos viajaran a la isla con una comitiva de la MLB, donde cientos de jóvenes recibieron clínicas en el Estadio Latinoamericano de La Habana y en el Victoria de Girón en Matanzas.
Yasiel Puig, José Abreu, Alexei Ramírez y Brayán Peña se reunieron con familiares, amigos, fanáticos, antiguos compañeros y con el hijo menor de Fidel Castro, Antonio Castro Soto del Valle, vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol.
“Cuba está abierta al mundo y deseamos que los peloteros cubanos nos representen sin que pierdan su nacionalidad, sin inscribirse en un tercer país como ciudadanos y sin que abandonen ilegalmente su tierra. Que lo hagan con un contrato legal representados por nuestra Federación’’, indicó Higinio Vélez, presidente del principal organismo beisbolero de Cuba.
Considero que Cuba debe dar pasos para sanear décadas de desconfianzas. Para ello es necesario unir generaciones de atletas y rescatar una historia que ha sido olvidada.
La palabra “desertor” debe ser eliminada dentro y fuera de Cuba cuando mencionemos a los peloteros que salieron del país. Ellos no pasaron al bando enemigo en una guerra entre ejércitos. Solo buscaron prosperidad económica y éxito profesional.
Cuba debe integrar un equipo combinado entre los mejores peloteros de Series Nacionales y Grandes Ligas para el Clásico Mundial del 2017.
Se deben respetar y honrar a todas las personas que se han destacado como jugador, dirigente, entrenador, periodista o propulsor del béisbol, sin importar el lugar donde desarrollaron sus carreras.
Para nadie es un secreto que la pelota antillana necesita recuperar su grandeza y la apertura con las Grandes Ligas es un paso clave. Esta apertura llegará cuando la MLB reciba el permiso para firmar peloteros cubanos o si Estados Unidos levanta el embargo económico a Cuba.
¿Qué sucederá cuando llegue este momento?
Se terminarán las “deserciones” y el tráfico humano. Ambas naciones volverán a unirse en béisbol. Las Grandes Ligas entrarán a la isla para organizar sus academias. Mejorarán los estadios y se construirán otros modernos. Sobrarán los bates, los guantes, las pelotas y los implementos técnicos para elevar el desarrollo desde la etapa escolar. En corto tiempo tendremos miles de prospectos en el país. El deporte de las bolas y los strikes comenzará a consolidarse y Cuba se ubicará en el lugar que merece estar por sus 137 años de historia beisbolera.
No podemos decir con exactitud cuándo llegará este momento. Pero de una cosa sí estamos seguros, será más temprano que tarde.
Por: Marino Martínez, [email protected]
